30.11.06

¿Cuál es la pregunta?

La otra madrugada pusieron en la tele Mil e uma, de Susana Moraes. Aparte de por ser brasileña, me interesaba porque hablaba de Marcel Duchamp; pero es una película mala de cojones: pedante, aburrida, retórica, sin un átomo de talento. O sea: estólidamente antiduchampiana. Sólo estuvo bien el travelling final por las playas de Rio, en el que, por cierto, podía distinguirse el busto del Nietzsche de Ipanema. Y la banda sonora de Péricles Cavalcanti, en especial el "Tema de Alice", que canta maravillosamente Adriana Calcanhotto: Se eu não disser nada / como é que eu vou saber / onde fica a entrada / do castelo do querer / qual é a resposta / me diga, então / qual é a pergunta? / Se eu não disser nada / como é que vou saber / onde fica a chave / do mistério do viver. Ah, eso sí es Duchamp puro: ¿que cuál es la repuesta? ¡Dime antes la pregunta! En el estilo de su famosa frase zen: "No hay solución, porque no hay problema".

29.11.06

El ciclista ético

Ahora que ha muerto otro ciclista, me he acordado de aquel joven cuyo corazón le fue trasplantado a Félix Bayón. Éste lo contaba en un texto que es uno de los homenajes a la vida más hermosos que he leído nunca –aunque a estas alturas sea ya también una elegía. En su momento, consulté mi diario por si había alguna entrada correspondiente a aquel 25 de julio de 1992. Y me encontré, con asombro, con que yo también había salido en bicicleta aquella tarde, y que había presenciado una caída, aunque por fortuna leve. He aquí la anotación completa (y de paso añado la que hice sobre la primera medalla de oro para España en aquellos Juegos Olímpicos, que fue para otro ciclista de pista, como el ahora fallecido Isaac Gálvez):

* * *
(25-VII-1992) Por la tarde he salido en bici con mi hermano por la carretera del pueblo. Yo iba detrás de él cuando se ha caído bajando una cuesta. Resulta curioso observar la caída desde fuera: se ve perfectamente, en frío, cómo podría haberse evitado; aunque en ese momento uno no puede hacer nada. Afortunadamente han sido sólo unas raspaduras y un chichón.
.....Luego, por televisión, la inauguración de los Juegos Olímpicos. El sentimentalismo del personal es algo que da risa, aunque uno –con tanto bombardeo– acaba por emocionarse también. Asunto peligroso. (Con gran sentido de la oportunidad, han emitido más tarde un reportaje sobre Goebbels.)

(27-VII-1992) Medalla de oro para el ciclista José Manuel Moreno. Minuto intenso y agónico. La recompensa: el vacío del triunfo, la soledad en torno del abismo. Nada alrededor, con sabor épico. El misterio del poder.

25.11.06

La felicidad del elefante



Me ha impresionado la foto del feto de elefante en el útero materno, que ha hecho National Geographic con un escáner con ultrasonido. Entre la avalancha diaria de imágenes, es difícil que una me toque; pero con esta ha sido a la primera. El elefantito dentro de mamá elefanta, plácido, con esa sonrisa pasiva que es apenas un esbozo. He ahí la felicidad absoluta: ser elefante y no haber nacido.