13.10.08

Confidencias de medianoche

Anoche tuve esta simpática charla en el Messenger con una amiga (a la que llamaré Francis). Nos salió gramaticalmente impecable y no he tenido que corregir ninguna falta (aunque sí alguna ligera errata). He agrupado, cuando se daba el caso, las intervenciones seguidas de un mismo emisor. El efecto de leve desajuste en el diálogo recuerda a los retardos de las conversaciones intercontinentales, y es casi un rasgo literario propio del Messenger: que remite al encanto específico del Messenger.

* * *
Francis dice:
¿Qué planes tienes?

Montano dice:
Bueno, mi plan inmediato, si no tuviera familia ni gente a la que pudiera dolerle el suceso, sería pegarme un tiro. Pero como tengo familia y gente a la que puede dolerle el suceso, seguiré viviendo.

Francis dice:
Un tiro. Eso tiene que doler, creo.

Montano dice:
No me voy a suicidar por no daros el gusto: ¡pero es lo que estáis deseando todos! "Yo conocí a un tipo que se suicidó...": ¡qué bien quedaría eso en vuestras conversaciones! Pero no. Os vais a quedar con las ganas! Resistiré, duodinámicamente!

Francis dice:
No sé en qué saco me metes, pero te equivocas. Además, para suicidas potenciales, antes estoy yo, y no voy pavoneándome tanto de suicida potencial, tío.

Montano dice:
Eh, eh, no me saques ahora tu suicidio! Estamos hablando de mi suicidio! No seas copiona! Tiene huevos la cosa: estoy yo aquí con mi suicidio, y vas y me sacas tu suicidio! Ponte a la cola, guapa! Aquí hay una prelación!

Francis dice:
Es que siempre te las apañas para que toda la conversación tenga que ver contigo y tus jodidos problemas.

Montano dice:
Además, yo no tengo todos los millones esos que te han dado con el finiquito! Si yo tuviera tu finiquito, no estaría tan finiquitado como estoy!

Francis dice:
No tengo nada: los bancos van a quebrar y viviré en la calle, como todos.

Montano dice:
Es que ese es el tema que me interesa... ¿a ti no te interesa? Pensé que te interesaba también. Pero estoy abierto a cualquier otro. ¿Te apetece el coñazo del desfile? Lo mejor que se ha escrito es lo de Arcadi, ¿no te parece? Una vez más, lo mejor es lo de Arcadi.

Francis dice:
Negativo. ¿Por qué piensas que me interesa, en todo caso? ¿Crees que he nacido para ser la Sra. Francis de internet? Puedo hacer un blog personal. ¿Se gana dinero con eso?

Montano dice:
Pensé que te interesaba mi problemática. Pero gracias por decirme que no te interesa mi problemática. Gracias, ¿eh? De verdad: no sabes cuánto te agradezco que no te interese mi problemática.

Francis dice:
No he leído a Arcadi hoy. Ni a casi nadie. He tenido a 8 personas para comer. Me he pasado la mañana en la cocina, y el resto del día entre comida y sobremesa larguísima. Me interesa tu jodida problemática, rey.

Montano dice:
¡Ocho personas para comer! ¡Eso es opulencia! ¡Podríais fundar un nuevo clan de la tortilla y todo, que asaltara el Palacio de Invierno!

Francis dice:
Eres un jodido llorica y yo te soporto: deberías agradecerme cada segundo que te dedico desinteresadamente, en vez de ponerte tan chulo.

Montano dice:
De todas formas, he decidido que no volveré a hablarte de mi problemática. A partir de ahora, hablaremos de temas más generales. O incluso, si tú quieres, de tu problemática: porque a mí sí me interesa tu problemática. Quizá no me interese tu problemática tanto como mi problemática, pero lo cierto es que sí me interesa tu problemática.

Francis dice:
Mientes.

Montano dice:
Cómo te atreves a decir eso? Tu problemática me interesa muchísimo. De hecho, me conozco toda tu problemática: ¿y cómo iba yo a conocerla si no me interesara?

Francis dice:
Te importa un carajo mi problemática. Y aun diría más: te importa un carajo la problemática de cualquiera. Fuera de tu propia problemática, el resto de las problemáticas del mundo te la soplan.

Montano dice:
Te equivocas radicalmente. Yo siempre me he interesado por toda problemática posible e imposible. Soy un gran forofo de las problemáticas. No te voy a negar que, de entre todas las problemáticas, la que más me interesa es mi propia problemática. Pero no es la única. También me interesan todas las demás problemáticas.

Francis dice:
La respuesta es simple: por acumulación. Son años de escuchar un leve zumbido de mi persona, y ha dejado un poso suficiente como para permitirte creer que tienes alguna idea de mi problemática. Cuando lo cierto es que ni te acuerdas de mi puto cumpleaños.

Montano dice:
Tu problemática la conozco diáfanamente. Ahora mismo podría sacarme un doctorado y hacerme catedrático de tu problemática. Por el contrario, me apuesto un cojón a que tú apenas estás en primero de EGB de mi problemática. Tú has fingido siempre que te interesaba mi problemática, pero en realidad siempre has pasado de mi problemática. Por el contrario, yo siempre he fingido que pasaba de tu problemática, cuando en realidad siempre me he interesado por tu problemática.

Francis dice:
No tienes ni idea. Podría meterme en mi garaje y suicidarme con el coche en marcha y quizás alguien te preguntara qué me pudo impulsar al suicidio y tú contestarías que ni siquiera sabías cuándo era mi cumpleaños, y que de mi problemática no sabías nada, y que parecía una tía normal.

Montano dice:
No me acuerdo de tu cumpleaños por una sencilla razón: porque no considero que tu cumpleaños forme parte de tu problemática.

Francis dice:
Por acumulación, el cumpleaños acaba siendo una parte de la problemática de cualquiera.

Montano dice:
No, en absoluto. Sé lo suficiente de tu problemática como para comprender que ahora te metieras en tu garaje y te suicidaras con el coche en marcha. Lo entendería perfectamente. Tu problemática, desde luego, reclama un final así.

Francis dice:
Pero no es esa la cuestión, no: es que mi garaje sólo está cerrado por tres paredes, y la cuarta da al jardín. Es frustrante para alguien que quiere una muerte en su coche. Una no violenta, quiero decir. En todo caso, no me la das: sé la clase de capullo que eres, y que bailarías sobre mi tumba. No cuento contigo ni con tu problemática para nada.

Montano dice:
Con mi problemática no debes contar, desde luego, pero conmigo sí. Al fin y al cabo, a pesar de los pesares, aún no he sido subsumido por mi problemática. Hoy por hoy sigo siendo yo y mi problemática, no únicamente mi problemática. Hay un yo todavía, al margen de su (de mi) problemática. De todas formas, tu queja es una manifestación más de lo de clase media alta que es tu problemática: tu garaje tiene tres paredes, sí, de acuerdo. Pero mi garaje no tiene ni una sola pared, porque yo no tengo ningún garaje.

Francis dice:
Yo tampoco, en realidad. Es del banco. Y el banco puede acabar siendo del Estado, o vaya usted a saber. Quizás acabe siendo un bien social y tenga que compartirlo. Los tiempos están cambiando. Puede que acabe haciendo migas a la fuerza con los albano-kosovares.

Montano dice:
Al final no creo que me suicide. No está sólo la conciencia de la putada que el suicidio de uno sería para sus seres queridos: sino también una cierta curiosidad morbosa por qué va a pasar.

Francis dice:
Eso pienso yo siempre. Suicidarse estaría bien si uno pudiera seguir aquí echando un vistazo.

Montano dice:
Sí, pero no me refería tanto a qué va a pasar con el mundo como con uno mismo. Cómo era el famoso verso de Gil de Biedma?... “Porque la vida nos sujeta porque precisamente no es como la esperábamos".

Francis dice:
Tienes muchísimas más ganas de vivir que yo, querido. Llegarás a viejo.

Montano dice:
Oh, vamos a hablar ahora de tu problemática entonces?

Francis dice:
No, no: es domingo. No me jodas con mi problemática. Prefiero seguir con la tuya.

Montano dice:
No, ya me has cortado el rollo con mi problemática: ahora vayamos a tu problemática!

Francis dice:
Es hora de dormir. Prométeme que no vas a suicidarte, y yo te prometo que seguiré pendientísima de tu problemática.