17.8.10

Historia de amor

En 2003 (recuerdo el año) asistí al comienzo de una historia de amor en el metro de Madrid. Yo creo que se habrán casado y tendrán niños; dos o tres ya, el mayor de seis. Pero hubo un momento en que estuvo a punto de quedarse en nada. El metro iba lleno aquella tarde. Delante de mí había un hombre que luego, cuando le oí hablar, supe que era boliviano. En una parada entró una mujer que, por el azar de la multitud, se detuvo cerca. Él la miraba y ella lo miraba. Él le dirigió la palabra. Se conocían. Eran de una población de Bolivia cuyo nombre no retuve. Se conocían de vista pero no habían hablado nunca. Lo hicieron por primera vez delante de mis narices. Dijeron frases cortas, sobre lugares comunes. Se veía clarísimo que se gustaban. Que estaban solos en Madrid y el uno era la solución del otro. Entonces entró una nueva avalancha y los separó. Ella fue empujada hacia el otro extremo. Él se quedó mirándola con impotencia. Ella parecía resignarse. Yo los observaba y era una situación imposible, imposible para sus caracteres dóciles. Dos paradas después, la mujer se bajó. Miró al hombre por la ventanilla, pero siguió andando. El hombre no iba a moverse. Pero lo hizo. Se abrió paso, logró salir, alcanzó a la mujer. Vi sus primeros pasos juntos mientras mi vagón se alejaba para siempre de la historia.