2.5.13

Equívocos topológicos

Hace un tiempo los damnificados por cierta aventura empresarial nos juntamos por mail para ver si presentábamos una demanda. Al poco apareció en la ronda, para sorpresa de todos (menos del que se lo hubiese soplado), uno de los que estaban en el lote de nuestros demandables. Tras saludar y excusarse por su desaparición inicial, se ofrecía a ayudarnos si deseábamos presentar una demanda. Se entendía que contra los otros, naturalmente: porque, con esta sencilla acción topológica, se situaba a salvo; se salía de la posición mala y aparecía, sin más, en la buena. (Las reuniones online se terminaron allí mismo).

El episodio me hizo comprender la ventaja de que se goza con solo estar en la posición adecuada. Una posición por lo general auto-otorgada, ya que suele fundarse (tautológicamente) en el posicionamiento mismo. Es decir, uno se coloca en una determinada posición y solo por ello ya está con ventaja. Cuando se pilla el movimiento (como en el episodio mencionado), la operación puede neutralizarse. Pero cuando no –o sea, cuando las posiciones ya nos vienen dadas–, se produce lo que podríamos llamar “equívocos topológicos”: la atribución automática de autoridad y de razones a quienes, de entrada, lo único que tienen es una posición.

Ejemplos de “equívocos topológicos” serían los de aquellos que se colocan en la posición de la defensa de una causa y que, solo porque están situados ahí, se da por hecho que todo lo que digan o hagan será en beneficio de ella. Ayer vimos las manifestaciones del 1 de mayo y escuchamos a nuestros líderes sindicales. Hablaban en favor del empleo y en favor de los trabajadores. Por estar ahí, apoyando eso, damos por hecho que lo están beneficiando: que lo que dicen y hacen favorece el empleo y favorece a los trabajadores. ¿Es realmente así? Ellos se han colocado en una posición en que parece que viene dado que sí. Al acusar al Gobierno, se sitúan en el lugar de los acusadores y se salen del de los culpables: toda la culpa pasa a ser del otro y a ellos no les cabe ninguna. Un debate posible queda de este modo abortado. Cuando, de momento, lo único indudable es que se han colocado en una posición.

[Publicado en Zoom News]