18.3.14

Los tickets

En el lenguaje electoral de Estados Unidos, se le llama ticket a la pareja que forman los candidatos a presidente y vicepresidente de la república. El término viene de lejos, aunque yo me he enterado hace relativamente poco. Por esto lo disfruto como un caramelito, no exento de malevolencia. La traducción no tendría mayor historia: sería, sin más, candidatura. Pero ahora que ha empezado a utilizarse en España, con esto de las parejas para las próximas elecciones europeas, no puedo (¡ni quiero!) impedir que se solapen los significados. Candidatura o pareja electoral, sí; pero también ticket de compra. O incluso papeleta. O papelón. (Según los casos).

A lo que me suena a las parejas de escritores que tienen que ir juntos de gira como ganador y finalista del Planeta o el Nadal. En algunos casos han saltado chispas y han volado los puñales. Puede que en otros haya habido rollete. Amor perdurable no me suena de ninguno. Todo ticket tiene algo también de Dúo Dinámico; aunque con un dinamismo variable, según la magnitud de los partidos. En los dos grandes, el dinamismo suele equivaler al de las estatuas de yeso; o sea: dúos estáticos.

A Ciutadans y UPyD el ticket les ha quedado apañado: Girauta-Nart y Sosa Wagner-Pagazaurtundua, respectivamente. El primero haciendo gala de transversalidad mediática: entre la televisión y la radio; también con los defectos del tertulianismo. Y el segundo combinando el diagnóstico austrohúngaro con el socialismo (¿o exsocialismo?) presentable. En Izquierda Unida, por su parte, sigue yendo Willy Meyer con alguien más; aunque el ticket anda revuelto. Y los nacionalistas mandarán a sus Pacos (¡y Pacas!) Martínez Soria habituales, para que lleguen a Europa con sus canastos de huevos y sus gallinas, a ver si venden la mercancía local.

El ticket más reciente hasta ahora es el del PSOE, que acaba de salir del tortuoso horno del aparato. Pero más reciente no quiere decir nuevo: porque la pareja Valenciano-Jáuregui acumula, nada más nacer, una suerte de fatiga de los materiales; con rebotes de José Blanco desde el sótano de la lista. De todas formas, todos ellos deberán entretener su tiempo lanzando puñetazos al aire, hasta que Rajoy se decida a ponerles enfrente un ticket al que golpear. De este ticket que falta, el del PP, aún no sabemos nada: salvo que su Adán y Eva nacerán del dedo de don Mariano, que está pidiendo ya un Miguel Ángel que lo inmortalice. Este sí que es un ticket de los que se guardan en el bolsillo.

[Publicado en Zoom News]