5.5.15

Cordones sanitarios

Qué mal cuerpo se me ha quedado después de que la ministra Fátima Báñez haya recurrido a la munición electoral barata de decir que hay "un nuevo pacto del Tinell de todos contra el PP", señalando al PSOE pero también a los "partidos emergentes". Los que en su día nos desgañitamos (no en artículos sino en foros y blogs: sitios donde desgañitarse) contra aquella bellaquería contra su partido podemos hoy manifestar, sin complejos, nuestro desprecio. Qué mal debe de andar el PP, para caer tan bajo. Rebañar en algo que fue muy grave a cambio, ahora, de no se sabe qué migajas.

El contexto –las declaraciones se hicieron este fin de semana en Cádiz– fue el posible consentimiento de Ciudadanos al gobierno andaluz de Susana Díaz si esta acepta sus exigencias. Muchos, no solo del PP, se han rasgado las vestiduras respecto a esto. No sin razón. Aunque tampoco con razón del todo. Llega el momento difícil de Ciudadanos: el de bregar con la realidad. No puede mantenerse en su castillo de pureza, sino descender a los hechos. Con el riesgo de equivocarse. La clave está en cómo lo haga.

A mí lo de Andalucía no me parece mal, si no es a cambio de poder (como hizo IU) sino de principios. El posibilismo de (intentar) mejorar lo que hay, por más pesimista que lo que hay nos suscite. Aunque confieso que con el PSOE andaluz, con sus décadas en el poder y el régimen que ha instaurado, me invade a veces la solución nihilista de Borges, cuando dijo a propósito de cierta página que le dieron a leer que "solo podría ser mejorada mediante su destrucción". El problema en Andalucía es que el PP no es una alternativa real. Sobre el PP-A casi podría emitirse la misma sentencia borgiana que sobre el PSOE-A.

El eurodiputado de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, escribió en Twitter: "C's no pone cordones sanitarios". Me parece una actitud higiénica en la buena dirección. No hay que excluir al PSOE ni al PP: sino adecentarlos. Para ello un partido como Ciudadanos puede ser útil, como exigencia exterior a los dos partidos grandes. En realidad sí deberían tener un cordón sanitario: pero en torno a sí mismos, para que cada uno volviera adonde debe.

[Publicado en Zoom News]