4.1.08

El Zurdo en 'Zut'

El último número de Zut, la espléndida revista de Carlos Font y Juan Bonilla, trae (junto con textos de Zygmunt Bauman, Ignacio Vidal-Folch, Juan Luis Panero, Vicente Luis Mora o Nico Naldini traducido por Luis Antonio de Villena; y fotos como las de Carlos Pérez Siquier, quien ilustra la portada) una descacharrante entrevista de Silvia Grijalba a Fernando Márquez El Zurdo. Se asoma uno, alucinado, a lo que podríamos denominar "el vértigo de su despipote ideológico". El hombre ha pasado por las ideologías (por las simpatías y repulsiones ideológicas) con una fruición, ciertamente, mareante: la Falange, Verstrynge, el PDL de Garrigues Walker, de nuevo la Falange, el CDS de Suárez, el Partito Radicale, Anguita, su propio MDA, la Falange otra vez, los abertzales... No es de extrañar que ahora se dedique, como cita la entrevistadora, a la "observación desencantada desde posiciones metapolíticas". Un desencanto que, en su caso, debe de ser la resaca tras el atracón. Pero su delirante discurso no deja de tener su gracia, e incluso sus estímulos. Y recuerda, además, a aquella ebullición de grupúsculos políticos en el Berlín de entreguerras, que tanto fascinaban a Jünger (al que El Zurdo, por cierto, tiene en un altar). Transcribo la parrafada con la que responde a la pregunta de si su MDA fue una versión anterior de Ciutadans y el nuevo partido de Savater:
No creo que tenga nada que ver con los ejemplos que pones. El MDA, como se puede ver por sus propuestas, planteaba un cierto espacio de ruptura que trascendía lo político, lo peninsular, incluso lo occidental, de ahí que fuese inviable por lo exiguo de sus mimbres frente a lo maximalista de sus planteamientos (cabalmente maximalista, a mi entender). Lo que pueda suponer Ciutadans o lo que se le ocurra a Savater no son más que nuevas encarnaciones biodegradables de la vieja dinámica "radical" que llevamos sufriendo desde comienzos del pasado siglo (Lerroux, Laval, Panella, todo es lo mismo: juego de máscaras al servicio del desorden establecido, la demagogia en estado puro, otra vuelta de tuerca de la postmodernidad degenerada, los jueguecitos de Jiménez Losantos en el 79 con el Partido Socialista Andaluz en Cataluña, o aquello de Democracia Socialista que se montó Ramborenea cuando le echaron del PSOE...). Al menos, el intento de Trevijano de III República neojacobina que se planteó a mediados de los 90, dentro del contubernio para echar a Felipe González del Poder, tenía más altura teórica como juego "radical". El MDA podría enlazar con realidades de los 70, con el 68 (más berlinés que parisino), con el supervivencialismo, el ecologismo menos acomodaticio (ecoterrorismo, si se quiere), las reflexiones sobre los arquetipos de Jünger, también con elementos del capitalismo revolucionario... En USA o en el mundo eslavo esto tendría un mínimo de sentido. Aquí, para nada (tal vez, en Euskalherría —como cuña, claro, dentro del mundo nacionalista).
Cuenta algunas cosas llamativas sobre la Falange, como que ésta "se planteó apoyar al PSOE de Damborenea, a sabiendas de las actividades del GAL". Este fue uno de los momentos en que El Zurdo rompió con ellos, para retomar el contacto después:
Pero como, a estas alturas, ya ando bastante escarmentado y acabo de desbloquearme (a traves de una colaboradora de El corazón del bosque vinculada a ambientes relacionados con el PCE-R) respecto al mundo abertzale, planteo (siguiendo la línea similar de convergencia entre derecha nacional y comunistas en Rusia —Duguin, Ziuganov—) un acercamiento entre azules y abertzales (más que nada, como una especie de test revolucionario dirigido a los falangistas). La reacción es de rechazo por parte de estos pero más tolerante por parte de los abertzales (El corazón del bosque llegó a ser reseñado tres veces en Egin con creciente simpatía) hasta que una campaña amarillista dirigida por el PSOE a través de medios a sus órdenes (Diario 16, Interviú —su director de entonces estaba siendo investigado como hombre de Corcuera dentro de la trama GAL) denunciando una pinza "abernazi" acaba por mosquear a los abertzales y estos (con cierta lógica) pasan de mí.
En fin, también habla de música, de pop (aunque, en realidad, cuando hablaba de política también parecía estar hablando de pop); de lo que hace ahora y de lo que hizo cuando la Movida:
Kaka nace cuando Olvido y yo conocemos en El Rastro a Carlos y a Nacho. Y funciona porque un señor llamado Jesús Ordovás quiere que por alguna brecha lo que se estaba haciendo fuera (Ramones, Sex Pistols, Siouxie, Clash...) entre aquí de alguna manera. Sin Kaka no habría habido brecha. No se habría pasado de Lou Reed, Rolling, algo de glam (o sea, Burning, Tequila, Brakaman, Cucharada, puede que Ramoncín...) pero nada de Movida. Quizás algo después habrían llegado a existir grupos de género (Secretos —country pop—, Nacha Pop —beat—, Loquillo —rockabilly—, Esclarecidos —jazzie pop—...) pero lo más idiosincrático de la Movida (Pegamoides, Radio Futura, Aviador Dro, Décima Víctima, Zombies, Parálisis, La Mode...) no habría llegado a cuajar. Y, por supuesto, Almodóvar seguiría en la Telefónica.
Quienes se hayan quedado con ganas de más Zurdo, que lean la entrevista entera de Zut (en papel, porque no está on-line), y que visiten su propia página, múltiple: Línea de sombra.

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(11.8.15) Entrevista de Julio Tovar al Zurdo en Abc.