10.3.08

Mapa electoral

Desde un punto de vista democrático, la victoria de Zapatero tiene algo positivo: aunque los efectos resulten catastróficos (insisto: deseo equivocarme), ahora sabemos que habrá sido con el consentimiento de los españoles. Esto no estaba tan claro en la anterior legislatura, ya que Zapatero tomó una deriva que no era exactamente la esperada. El refrendo del electorado al menos alivia esa cuestión (digamos, formal): España ha querido. Por lo demás, el voto útil al PP era genuinamente intelectual: requería demasiadas operaciones mentales (y espirituales) votar a este chapucero y estólido partido, que tan rematadamente mal lo ha hecho, sólo porque era (así lo sigo creyendo) el mal menor. Todas las personas que conozco llevan una vida de derechas, y algunas incluso muy de derechas: pero la mayoría no quiere privarse de ese último adorno que es la buena conciencia, como cereza que culmina la tarta del confort.

En la encuesta de El aprendiz al sol fueron emitidos 430 votos y los resultados son los que se ven arriba. Ya dije que pretendía ser un mapa político más que parlamentario, de ahí las aglutinaciones de UPyD/Ciutadans y los partidos, así llamados por mí, nazionalistas: un mapa que tampoco era del país, naturalmente, sino sólo de los lectores del blog. Con los resultados de las elecciones en la mano, podemos comparar. No puedo incorporar el dato de la abstención, que ha sido del 24'68%. Hecha esta salvedad, estos son los porcentajes (pongo en rojo los de mi encuesta, y en negro los de las elecciones):

.....PSOE: 16% 43'64%
.....PP: 30% 40'11%
.....IU: 6% 3'80 %
.....UPyD/Ciutadans: 29% 1'38 %
.....Partidos nazionalistas: 12% 7'33%
.....Votos en blanco: 5% 1'12%

He estado escuchando estos días "Assentamento", de Chico Buarque, inspirada en unos versos de Guimarães Rosa: Quando eu morrer/ cansado de guerra/ morro de bem/ com a minha terra. Me parece que aquí hay ya otro lote de españoles, entre los que me cuento, que vamos a morir de mal con nuestra tierra. Por otro lado, como intelectuales y como artistas es lo mejor que nos podía pasar: ya estamos en la noble tradición de los heterodoxos españoles, y además (¡qué gustazo!) sin el plasta de Goytisolo en nuestra senda disidente.