Salió
normalito en la encuesta (51 de 186, el 27%). En cuanto a lo que yo voté: fue, por supuesto,
catastrófico —en parte por sinceridad, en parte por coquetería.
Normalito no ha sido mi año; ni
maravilloso.
Bueno puede que sí. Y
malo. Pero lo más ajustado sería
catastrófico, sólo que matizándolo con un adverbio: porque mi año ha sido
luminosamente catastrófico. (¡Esto sí es coquetería!)