1.3.09

Comillas con las manos

Yo sí recuerdo la primera vez que vi hacer las comillas "con un leve alzamiento de manos y rápida flexión de dos deditos", como escribía Luis Magrinyà en su artículo de ayer. Fue en una conferencia y creo que el gesto procede de ahí: del inefable mundo académico. Concretamente, de la subdivisión (algo descortés para con el público) de las conferencias leídas. El conferenciante lector, preso de su lectura, hace el gesto para que el público sepa que esas palabras son citadas. De otro modo no lo apreciaría, puesto que el discurso entero del conferenciante lector suele estar pronunciado con el mismo tono monocorde. La primera vez que se ve el gesto, resulta risible. Como resultó risible aquella jornada. Fue en la primavera de 1990. Había un congreso sobre María Zambrano en Vélez-Málaga y yo compañé a Nadales, que estaba inscrito, aquel día. La razón: venía Savater. Primero intervinieron otros. El que hizo el gesto fue el profesor Cerezo, de la Universidad de Granada. Recuerdo que lo sacó como el que saca un nuevo juguetito. Quizá lo había aprendido en un curso en el extranjero y hacerlo era signo de haber viajado, de estar a la última: como el que viene luciendo prendas de Londres. Savater se quedó con la copla y, cuando le llegó el turno de citar en su conferencia (hablada y no leída: Savater siempre ha sido cortés con el público), ironizó: "Yo voy a seguir con el método antiguo". Lo que me hace pensar que también para él fue novedoso.