16.3.09

Real



Recibo la tarjeta de la exposición que Chema Cobo inaugura mañana en Barcelona, Real, y encuentro que, de algún modo, es la ilustración perfecta para los versos de T. S. Eliot que quería copiar aquí. Se trata de la celebrada primera estrofa de "East Coker", V:
So here I am, in the middle way, having had twenty years—
Twenty years largely wasted, the years of
l'entre deux guerres
Trying to use words, and every attempt
Is a wholly new start, and a different kind of failure
Because one has only learnt to get the better of words
For the thing one no longer has to say, or the way in which
One is no longer disposed to say it. And so each venture
Is a new beginning, a raid on the inarticulate
With shabby equipment always deteriorating
In the general mess of imprecision of feeling,
Undisciplined squads of emotion. And what there is to conquer
By strength and submission, has already been discovered
Once or twice, or several times, by men whom one cannot hope
To emulate—but there is no competition—
There is only the fight to recover what has been lost
And found and lost again and again: and now, under conditions
That seem unpropitious. But perhaps neither gain nor loss.
For us, there is only the trying. The rest is not our business.
Ésta es la traducción de Esteban Pujals Gesalí, en la edición de Cátedra de los Cuatro cuartetos:
Aquí estoy, pues, en medio del camino,
después de haber pasado veinte años
—veinte años casi perdidos, los de entreguerras—
intentando aprender a utilizar las palabras;
y es cada intento un comienzo totalmente nuevo
y un fracaso de orden completamente distinto
porque sólo se aprende a dominar las palabras
para decir lo que uno ya no quiere decir
o para decirlo como a uno no le gusta
ya decirlo. Así cada empresa es comenzar
de nuevo; una incursión en lo inarticulado
con mísero equipo que sin cesar
se deteriora en el desarreglo general
del sentimiento impreciso: indisciplinadas
patrullas de la emoción. Y aquéllo que se trata
de conquistar por la fuerza y el sometimiento
ya lo han descubierto en una o dos, o en varias ocasiones,
hombres que uno no puede aspirar a emular;
pero no hay competencia, sólo existe
la lucha por recuperar lo que se ha perdido
y encontrado y vuelto a perder mil veces; y ahora
de nuevo en circunstancias que parecen adversas.
Pero tal vez no haya ni pérdida ni ganancia.
Para nosotros no hay sino el intento.
Lo restante no es de nuestra incumbencia.
El final lo prefiero de este otro modo: "Para nosotros, sólo existe el intento. Lo demás no es cosa nuestra".