8.4.09

La sabia pereza solar

El Abaporu (antropófago, en tupí-guaraní) es el gran ausente de la exposición de Tarsila do Amaral. Pero se trata de una de esas ausencias magnéticas, que impregnan el espacio en el que faltan; así que he ido corriendo a volverlo a ver en las reproducciones. En la Fundación Juan March me compré los dos libritos que han editado junto con el catálogo: Hojas de ruta de Blaise Cendrars y Pau Brasil de Oswald de Andrade. Ayer tarde estuve leyendo este último, entre el trenecito de la costa, el mirador de Torremolinos y el banco del Barracuda. Hacía un sol intenso, como ese sol-rodaja de piña del cuadro. La traducción de Sánchez Robayna es excelente, aunque el poemario me ha gustado sólo a rachas. Está muy bien lo de "la sabia pereza solar" de "Discurso". Y el poemita "Amor de enemiga":
Puesto que alguna
Por el amor que le tiene
Suelta también al preso
Y lo sigue a sus tierras
También el titulado "Agente":
Habitaciones para familias y caballeros
Edificio de 3 pisos
Construido con esa finalidad
Todos dando a la calle
Amueblados en estilo moderno
Modern Style
Agua Teléfono ascensores
Gran azotea sistema yankee
Donde se descubre el bello panorama
De Guanabara
Y, sobre todo, "Atelier":
Pueblerina vestida por Poiret
La pereza paulista reside en tus ojos
Que no han visto jamás París ni Piccadilly
Ni los piropos de los hombres
En Sevilla
A tu paso entre aretes

Locomotoras y bichos nacionales
Geometrizan las atmósferas nítidas
Congonhas palidece bajo el palio
De las procesiones de Minas
El verdor en el azul klaxon
Cortado
Sobre el polvo rojo

Rascacielos
Fords
Viaductos
Un olor a café
En el silencio enmarcado
Procesiones de Minas y de Málaga, que rehúyo. Hace ya muchos años que en Semana Santa sólo salgo a pasear, bernhardianamente, "en la dirección opuesta". En el trayecto anoté ayer, a cuenta de lo mío: "Escribir no es nada, y el escritor no gana nada escribiendo –nada importante. Por eso ninguna vocación de escritor se pierde por felicidad".