7.5.09

Poder comenzar

El domingo, día de la madre, leí En el nombre de la madre, de Erri de Luca. El lunes nació la hija de Hervás y Paloma. El martes acompañé a Nadales a Sevilla y allí comimos con Jordá y Losada. Ayer miércoles estuve sentado con Curro en un chiringuito, viendo el mar y las carnes (top-less a tope ya). Y hoy jueves he empezado a tomarme las pastillas que me recomendó Nadales; una de ellas efervescente: el hechizo de las burbujitas anaranjadas en el vaso. El libro de Erri de Luca no está mal, pero me decepcionó. Lo bueno es que aproveché para leer otra vez el "Viaje de los Magos" de Eliot. Y después, con lo de "nacimiento y muerte", fui al pasaje sobre la filosofía de la natividad de Hannah Arendt, en Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo, de Safranski:
Hannah Arendt, en el segundo tomo del escrito póstumo Sobre la vida del espíritu, expresará la sospecha de que también Heidegger, con su "historia del ser", ha sucumbido a esta tentación, la de encontrar una auténtica lógica detrás del enredo del tiempo. En dicho texto sitúa a Heideger en la cercanía de aquellos "pensadores profesionales" que no se conforman con la libertad y su "inevitable azar", que no quieren "pagar el precio de la contingencia, aunque pongan así en peligro el bien de la espontaneidad, que a ellos les parece problemático".
.....Frente al "punto de vista de los hechos naturales" y de los "procesos automáticos que parecen determinar inequívocamente la marcha del mundo", la acción ocupa una posición especial "como algo curioso o prodigioso". Actuar significa poder tomar la iniciativa, poner un inicio, un comienzo.
.....Hannah Arendt, que había escapado al Holocausto, desarrolla en Vita activa [La condición humana] los diseños grandiosos de una filosofía del poder comenzar. Y precisamente esta filosofía lleva la huella de su amor por Heidegger. Cuando éste subió a su buhardilla en Marburgo, tenía en la pluma su filosofía del logro de la propiedad por el "precursar la muerte". Ella, que escapó a la muerte, responde complementariamente, como lo hacen los amantes, con una filosofía del correr hacia el principio, hacia el poder comenzar. "El milagro, que interrumpe siempre de nuevo la marcha del mundo y el curso de las cosas humanas, salvando de la perdición..., es en definitiva el hecho de la natalidad, el haber nacido... El 'milagro' consiste en que en general los hombres nacen y a la vez nace el nuevo comienzo que, gracias al nacimiento, ellos pueden realizar por la acción".
.....Esta impresionante respuesta a la filosofía heideggeriana de la mortalidad, esta filosofía de la natalidad conoce también la afección de la angustia, así como el júbilo por haber llegado al mundo.
De manera que ordeno mi escritorio y mi programa. Hago píos propósitos para los dos cuatrimestres que aún le quedan al año. Y me concentro en funcionar.