20.6.09

Muerte y vida

Ayer por la mañana, antes de meterme en los periódicos, volví a poner, después de muchos años, La bella molinera de Schubert. Es un ciclo que escuché muchísimo en su tiempo, hasta llegármelo a saber casi de memoria; pero ayer la emoción me afectó especialmente, y era además más honda, más irrevocable: Ihr Blümlein alle,/ die sie mir gab,/ Euch soll man legen/ mit mir ins Grab... Luego me conecté y vi ya la noticia del crimen. El día se quedó manchado, pero —ésa es su miseria, y su gloria; su ley— siguió. Hay que llorar a los muertos. Y combatir a los criminales. Y desmontar el magma en que éstos se cuecen. Pero seguir. Por eso, por la tarde, salí con Galería de charcos (ed. Polibea), que acababa de recibir de José Ángel Cilleruelo. En él ha reunido textos de su primoroso blog (con algunos inéditos): un auténtico cofre de joyitas. Como ya los había venido leyendo en casa, en la pantalla, decidí aprovechar la ventaja de tenerlos en papel para llevármelos a un banco del paseo marítimo. ¡Ah, qué placer multiplicado! Los textos son poemas en prosa de cien palabras exactas cada uno. Todos me parecen impecables, pero, por hacer una miniantología, señalo siete: "Un manojillo de quebrantos", "Episodio de la vida de Joaquim Mª Machado de Assis", "Caligrafía de la mañana", "La paseante", "Carta a Montano" (que sacó de un mail que me mandó en febrero), "El sentido del paisaje" e "Ibiza". Este año Cilleruelo ha publicado también la novela Al oeste de Varsovia; aún no la he leído, pero a propósito de su experiencia como novelista (que, por lo demás, no es nueva) está publicando una deliciosa serie en su blog. En fin, cerré el libro, regresé a casa y el día, la noche, aún me reservaba una hermosura: el diálogo final de la cuarta temporada de A dos metros bajo tierra. De nuevo la muerte. Y la vida.

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PS. Cilleruelo ha puesto en su blog, y con dedicatoria, uno de los inéditos de Galería de charcos, que es otro de mis favoritos: "Los tranvías".