18.2.10

Pérdida



Ayer le devolví a Nadales el ejemplar de La soledad domesticada que me prestó de nuevo, tras el extraño olvido que relaté aquí. Vagamente he recordado cosas, pero no se ha producido un reconocimiento como esperaba. Me ha llegado también la tarjeta de Chema Cobo de su participación en Arco y esta nueva piscina suya, de algún modo, simboliza también mi pérdida: porque es una pérdida por inmersión. La pérdida de la memoria del libro, que sin duda tendrá que ver con las pérdidas de que en el libro se habla. Tomé nota de algunos párrafos que debieron de interesarme entonces (¡pero no lo recuerdo!):

La inhibición del melancólico, que él [Freud] atribuye a una pérdida del yo determinada por la pérdida del objeto.

En la reacción melancólica, es el yo-sujeto quien odia al objeto introyectado, y no a la inversa.

Así Freud, a partir de 'Duelo y melancolía', dilucidará poco a poco la idea de que el yo se defiende de la pérdida clivándose: una parte del yo se identifica con el objeto perdido al mismo tiempo que niega la realidad de la pérdida, y otra parte del yo reconoce la realidad de ésta.