11.8.10

Caridad



Ahora que cultureta está en el diccionario parece que hay bula para ciertas conversaciones. La otra noche me preguntó un amigo si tenía una opinión particular sobre Medea. No estábamos en el Ateneo, sino en una terraza de verano, viendo pasar petardas. La verdad es que no. Nunca me he parado a pensar en Medea. Sé que mató a sus hijos, por alguna movida, pero poco más. Me gustaría saber (haber sabido) sobre Medea, pero siempre se me olvidan los detalles mitológicos. Las petardas pasaban, marcando tanguita, y yo era un miserable por no tener una opinión sobre Medea.

Pero ya sí la tengo. La he tomado de una conferencia de Guillermo Solana sobre Delacroix, que me puse ayer. Es otra de esas conferencias brillantes, bien articuladas, excelentemente dichas. Al final se refiere a la Medea de 1862, cuadro que la muestra con sus dos hijos y el puñal. Va a matarlos en venganza contra el padre, Jasón, que la ha dejado por otra. Según Solana, Delacroix se inspira perversamente en la iconografía de la Caridad, que la tradición (como en Andrea del Sarto o Salviati) representa con un bebé a cada pecho. Medea, pues, les da a sus hijos la leche negra de la muerte. Empujada por los celos (por Eros), pero con un efecto tanático, que se lee como caridad. Cortocircuito en las vidas que ella trajo al mundo; reparación rápida de su error.