26.5.11

El exilio interior

Va bien mi lectura de La montaña mágica, ya estoy entregado a la épica horizontal de la chaise-longue; pero ha salido la segunda parte de la biografía de Luis Cernuda y no he podido esperar: he abandonado temporalmente el sanatorio para marcharme con él al destierro. Anda todavía por Londres, tras pasar por París, Glasgow (el hosco Glasgow) y Cambridge, y ya puede apreciarse que su exilio es ante todo interior. No me había dado cuenta hasta ahora de que esa expresión, que suele usarse para los republicanos que permanecieron en la España de Franco (es el título, por ejemplo, de la reciente biografía de la gran María Moliner), le cuadra más que a nadie a Luis Cernuda. No tanto por las circunstancias históricas como por su carácter. Él hizo suyo el emblema de Goethe "carácter es destino", y su destino difícil se debió a su carácter difícil. El atildamiento del dandy es un método de separación. En Cernuda se da el atildamiento del vestir y el atildamiento de las maneras. Era puntilloso, maniático, retraído, y eso lo aisló. Pero la energía no se destruye: el cerco que asfixió su vida intensificó y purificó su arte, que perdura.

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PS. Me sonaba haber escrito algo parecido hace tiempo, y sí.