15.5.11

La montaña ética

Leí "Amras" al día siguiente de la muerte de Weylandt. Este año no estoy siguiendo el Giro, así que (por fortuna) no la vi en directo; pero de las crónicas me afectó esta frase: "pérdida de masa encefálica". El Passo del Bocco no tiene dignidad de montaña, aunque la muerte de Weylandt se la otorgó. Encontré en "Amras":
La montaña es contraria a los hombres; la crueldad con que las altas montañas aplastan a los hombres... los métodos del horror de la roca empujada hacia el cerebro del hombre.
He admirado Helada y "Amras", pero me he dejado para más adelante lo que me quedaba de Bernhard y me he ido a Mann, a La montaña mágica. La poderosa idea que aparece al principio: el espacio como transformador más veloz (literalmente más veloz) que el tiempo. Y la descripción del último tramo de subida:
Surgían grandes perspectivas del universo de picos y cordilleras de la alta montaña que allí se alzaba y se desplegaba, sagrado y fantasmagórico; y, ante la mirada de veneración del viajero que se acercaba y se adentraba en él, se abrían y volvían a perderse tras un recodo del camino. Hans Castorp se dijo que, si no se equivocaba, debía de haber dejado atrás la zona de los árboles frondosos, y también la de los pájaros cantores; y esta idea de final, de empobrecimiento, hizo que, presa de un ligero vértigo y mareo, se cubriese la cara con las manos durante dos segundos. Enseguida se le pasó. Comprendió que la subida había terminado, y que habían superado el desfiladero. En medio de un valle, el tren rodaba ahora más fácilmente.
La historia va de maravilla. Yo, que suelo ser un penoso lector de novelas, estoy tan interesado como con Moby Dick. Y ahora empieza lo mejor: acaba de aparecer Settembrini.