6.10.12
Sala de estar
El idioma está lleno de cartas de Poe, a la vista desde siempre, en las que solo a veces, y por turnos, reparamos. Hoy ha sido "sala de estar". ¡La sala de estar! Está la sala de dormir (el dormitorio), la sala de comer (el comedor), la sala de cocinar (la cocina), la sala de lavar (el lavadero), la sala de asearse (el aseo), la sala de pasar (el pasillo) y la sala, simplemente, de estar. Me parezco ahora a esos filósofos españoles, vagamente heideggerianos, aunque anteriores a Heidegger bastantes, que se ponían a marear las palabras y a desprender filosofías de ahí. Es un ejercicio algo estólido, lo reconozco, y en verdad poco filosófico. Pero de pronto brilla una expresión: ¡la sala de estar! En ella, solo estamos. Cierto, ahora con la tele lo que estamos es viendo la tele, o con el ordenador en el regazo; pero, en principio, se trata solo de estar. En inglés es vivir, living, pero aquí es meramente estar. ¡La sala de estar!