30.4.09

La inocencia del devenir

Había anunciando antes que me retiraba hasta el 25 de julio, por poner la fecha de la subida al Mont Ventoux en este Tour de 2009. Pero aquí seguiré. Bah. (Aunque a ver a qué ritmo...) Ayer me leí La inocencia del devenir. La vida de Friedrich Nietzsche, de Michel Onfray: muy flojo. Ferré tiene a Onfray en un altar (pagano), y escribió una reseña sobre su "erotismo solar" que lo hacía apetecible. Yo he tenido la mala suerte de empezar por este libro chapucero; y con los autores rara vez me repongo de la impresión inicial... Onfray pontifica en la primera parte sobre las películas biográficas, usando como contraejemplo el Amadeus de Milos Forman. Y en la segunda, como diciendo "aquí estoy yo", ofrece un guión sobre la vida de Nietzsche. El resultado es patético: ni los alumnos menos aventajados de Syd Field lo hubieran hecho peor. Onfray podría haberse ganado muy bien la vida como guionista de Médico de familia. Ejemplo:
WAGNER: Y... mi estimado Nietzsche, ¿cómo se encuentra usted desde nuestro último encuentro del año pasado en Leipzig? Que, por otra parte, fue el primero... ¿Qué novedades ha habido desde entonces? ¿Proyectos..., algún nuevo libro? ¿En qué anda usted? (Tomándolo por los hombros.) Cuénteme, verdaderamente me interesa.
NIETZSCHE: Pues bien... La novedad es que he sido nombrado profesor de filología en la Universidad de Basilea. Y bien nombrado, porque ni siquiera había presentado mi tesis y ya me solicitaron que asumiera el cargo. Todo gracias a la intervención del profesor Ritschl, mi maestro en esta disciplina.
WAGNER: Lo felicito, porque... es usted muy joven aún, ¿no? ¿Qué edad tiene?
NIETZSCHE: Veinticuatro años.
WAGNER: Realmente joven. Con más razón, lo felicito.
NIETZSCHE: Bueno, sabe usted, un profesor más, no hay de qué presumir. Agrego mi nombre a la cohorte de los que machacan en la universidad. No hay razón para enorgullecerse. No quisiera de ningún modo regodearme en la idea de esta carrera de filisteo que se me abre. Engrosar el rebaño de profesores..., hay mejores destinos. (Resignado, encogiéndose de hombros.) Pero de algo hay que vivir. Y, además, pasar de la condición de estudiante a la de profesor tiene su sal...
WAGNER: Hablando de sal, ¿continúa usted siendo vegetariano?
Definitivamente, se imagina uno a este Nietzsche con el careto de Milikito. Y a Wagner, como el Ñapas. Pero en fin, ya que estamos, vayamos a nuestro tema. A ver qué dice del amor fati. Aparece en forma de tabarra que le da Nietzsche a Lou Salomé (a quien nos imaginamos con el aspecto de Lydia Bosch):
El eterno retorno es un principio selectivo; en cada momento de la existencia en que vacilamos, debemos decirnos: "Elijamos lo que habrá de repetirse sin cesar", "prefiramos lo que retornará eternamente...". Y entonces todo se vuelve simple. Hay que amar lo que sucede, amor fati, "ama tu destino". He aquí mi fórmula para todas las cosas. Que, por lo demás, es la fórmula de la alegría, si no ya de la felicidad, o al menos la fórmula para conjurar la infelicidad... Es la mayor sabiduría. [...] Puesto que no podemos elegir, amemos lo que acontece y así estaremos liberados de toda espera...
Y, sin venir a cuento, termino con una canción que me encanta, producida por los hermanos Mizell.

28.4.09

Brazilian love affair

Cuántas alegrías me ha dado este disco. Hará como doce años que lo vengo escuchando. A Brazilian love affair, de George Duke. Me lo descubrió Losada en uno de sus veranos en Málaga, y desde entonces me lo he puesto muchísimo; sobre todo conduciendo. Conduciendo, específicamente, por la Costa del Sol: las maravillosas excursiones solo o acompañado. Esas fealdades del litoral malagueño, inundadas de luz, y a veces con el mar al fondo. Delicia y perfume de mi vida... El tema principal, el que da título al álbum, está en este vídeo del vinilo dando vueltas, como un rotorrelieve duchampiano. También puede escucharse mi otro favorito, el trepidante "Sugar Loaf Mountain", del que hablé aquí hace tiempo. Por otro lado, vuelve una vez más la bossa nova. Tsevanrabtan ha reeditado su magnífico post sobre el libro que traduje. Y he visto ahora un documental que me pasó Andújar el otro día: Coisa mais linda. Histórias e casos da Bossa Nova, escrito y dirigido por Paulo Thiago, y coproducido por Carlos Lyra y Roberto Menescal, que son los que conducen la narración. Recomendable.

27.4.09

Sélavy

Después del artículo de Vila-Matas, he estado releyendo, a trozos, las Conversaciones con Marcel Duchamp de Pierre Cabanne. En ellas se aprecia bien por qué Duchamp resulta oxigenador: porque tenía un pie fuera del arte —en su discurso, en su obra y en su vida. Justamente lo contrario de la mayoría de los artistas (incluidos los duchampianos), que están enfangados de arte hasta el cuello, y así se ahogan y nos ahogan. En la red se encuentra el documental Marcel Duchamp in his own words, en tres partes. Y fragmentos de declaraciones. Y una extraña película. Y el programa The shock of the new. Y Dreams that money can buy. Y su Anémic cinéma.

26.4.09

La estética del perdedor

En menos de un mes cumpliré cuarenta y tres años y puedo decir que, en cierto aspecto, mi vida ha terminado. No es una tragedia: hay cosas peores. Lo que me llama la atención es lo arriba, lo cerca de la superficie que, pese al petróleo, está todavía la felicidad; sólo que tapada por una capa hermética, durísima. Sé lo cerca que está porque, cuando en esa capa se ha abierto algún agujero (por error), la felicidad ha aflorado enseguida; y lo ha hecho con tanto poder, y de un modo tan incondicional, y tan absolutorio, que luego me ha dado, más que tristeza, rabia. Una rabia (¡atroz!) porque estos años, que podrían haber sido los mejores, han sido los peores. Se ha tratado de simple mala suerte, supongo. O destino. Una de las últimas esperanzas era el periodo que al parecer tenía que pasar para que se me quitara; pero ese periodo ha pasado, con creces, y no se me ha quitado. Así que lo tomo ya por irrevocable. No me voy a matar, sin embargo. (No me voy a rematar.) Vida no me queda, pero sí me queda tiempo. Y me queda dedicarlo, entre otras cosas, a hacer algo bonito con toda esta basura. Soy nietzscheano y siempre he tratado de librarme del resentimiento. Quiero honrar a esta perra vida.

21.4.09

Hechizo de Vila Isabel

Entre mis tres discos brasileños favoritos de todos los tiempos está el Songbook de Noel Rosa; y entre mis tres canciones favoritas de ese disco está "Feitiço da Vila", en la sublime interpretación de Ney Matogrosso (voz), Francis Hime (piano) y Rafael Rabello (guitarra). Esa versión puede escucharse aquí. La letra aparece traducida al español en el vídeo; aunque con algunos errores, que señalo: galhos no es "gallos", sino "ramas"; bamba, que se ha dejado tal cual, se puede traducir por "maleante"; farofa puede ser "jactancia", pero también "harina de mandioca" (sem farofa sería equivalente a "sin comida", "sin pan"); a gente es más bien "nosotros"; vão logo embora no es "van luego afuera", sino "se largan enseguida". Pero esto es secundario: escuchen la canción. Vila Isabel es el barrio de Río de Janeiro donde nació y vivió, y murió, el gran Noel Rosa.

20.4.09

Completando la biblioteca

Un lector que, lo veo ahora, es quien ha coordinado la traducción, me avisa de la publicación de una obra que completa la biblioteca austrohúngara que esbozamos aquí: El genio austrohúngaro, de William M. Johnston (KRK Ediciones). Por otro lado, la editora de Turner me dijo que se estaba vendiendo muy bien La Alemania de Weimar, de Eric D. Weitz; sobre el que Muñoz Molina, a propósito, escribió un excelente artículo. La población, pues, intuye dónde se encuentra, o lo que le aguarda: un cruce de la Alemania de Weimar, el Imperio Austrohúngaro y, añadiría yo, el Planeta de los Simios. Estamos en el Titanic-Leviatán de Jünger; y, ya puestos, que no falte una buena banda sonora.

19.4.09

Liquidación



Liquidados los Poemas japoneses a la muerte. Además de los tres que he copiado estos días, mis preferidos son (tres más siete, diez en total):
¿Una palabra de despedida?
La nieve que se derrite
no huele.

Hoy debe ser
el día de mi nacimiento allí,
en el paraíso.

Hoy es el día
de la última mirada
al monte Fuji.

Muero
la tarde del día
en que florece el hibisco.

Hoy me pongo ropa
de verano y viajo
a un mundo que aún no he visto.

Cruzaré al otro lado
de la sierra:
viaje a la primavera.

Los poemas a la muerte
son un engaño.
La muerte es la muerte.
Ayer también leí el artículo de Vila-Matas sobre Duchamp. Y vi la película brasileña Noel, poeta da Vila, que está bastante bien. Para los créditos del principio se usa la estupenda "Se você jurar" de Ismael Silva, que fue uno de los parceiros de Noel Rosa. El estribillo es de una coña irresistible; cinismo anti-zen, no menos liberador: Se você jurar que me tem amor,/ eu posso me regenerar./ Mas se é para fingir, mulher,/ a orgia assim não vou deixar.

17.4.09

Amapola

He aquí un haiku empequeñecido por su interpretación. Es de Hokushi, de 1718, y está recogido también en la antología de Poemas japoneses a la muerte:
Escribo, borro, reescribo,
borro otra vez, y entonces
florece una amapola.
El confeccionador del libro, Yoel Hoffmann, anota:
El poema a la muerte de Hokushi descansa en un juego de palabras. Keshi [el último verso es: keshi no hana] tiene dos significados: "borrar" y "amapola", de forma que podría leerse así: "Escribo, borro, reescribo,/ borro otra vez, y entonces/ una flor borra".
Hasta aquí todo perfecto. Pero añade:
Se lea como se lea, el propósito del poema no varía: afirmar la superioridad de la naturaleza sobre la cultura. La amapola florece en Japón a principios de verano, la estación en que murió Hokushi.
Pero yo, cuando lo leí la otra noche, estaba pensando en la tarea flaubertiana de escribir. La persistencia, el desaliento, la sensación de chapuza; la depresión y, entonces, la amapola. Naturalmente, en la página.

13.4.09

Nunca errarás



Ayer, quizá porque era Domingo de Resurrección, puse en la mesa la antología de Poemas japoneses a la muerte que editó hace unos años DVD. La leeré ahora con detenimiento. El primer haiku, de Bassui Tokusho, que murió en 1387, me parece insuperable:
Mira al frente. ¿Qué hay?
Si lo ves tal cual es
Nunca errarás.

12.4.09

Objetivo prioritario

El inminente gobierno de Patxi López en el País Vasco es "objetivo prioritario" de ETA, y el pueblo vasco recupera de pronto, en parte, su dignidad: al fin va a tener un gobierno que sea objetivo prioritario de ETA; y no como hasta ahora, en que ha tenido un gobierno que no sólo no era objetivo prioritario de ETA, sino que probablemente no era objetivo de ETA en absoluto. Se dice pronto, pero durante treinta años el País Vasco ha estado gobernado por un gobierno (¡el del PNV!) que no era "objetivo prioritario" de ETA.

10.4.09

Línea del ecuador

Ah, cómo me gusta este trío de poetas: el Apollinaire de Zona, el Larbaud de Los poemas de A. O. Barnabooth y el Cendrars de Prosa del Transiberiano. ¡Cuánto nervio y desparpajo! Transmiten una alegría (¡melancólica!) de músicos de jazz... Ahora he leído Hojas de ruta y he asistido al viaje de Cendrars a Brasil, a bordo del Formose. Cuando pasan la línea del ecuador, escribe "Nado":
Hasta la línea era invierno
Ahora es verano
El comandante ha hecho instalar una piscina en el puente superior
Me zambullo nado hago el muerto
No escribo más
Da gusto vivir
Y pienso en ese descanso. Y en la canción de Djavan.

9.4.09

Cuentas de Asilah

Ordenando mis cuadernos, encuentro uno que llevé en Asilah con mis cuentas. Lo había olvidado. El propósito era aprender a traducir el dinero que me quedaba en tiempo: tanto dinero, tanto tiempo de estancia; aunque aparte debía considerar el hachazo trimestral del ferry. En realidad, tenía muy poco dinero. No sé por qué me hice la componenda de que iba a pasar una larguísima temporada allí... Si estuviera disponible en el mercado, me empeñaría para adquirir lo que más falta me hace: un poco de pragmatismo anglosajón. Esa relación fluida con los aspectos prácticos de la realidad: ¡cuánto la envidio!

Transcribo el último tramo de mis anotaciones. Al principio sólo ponía el gasto total de la jornada; después, pasé a especificar cada compra. Diez dirhams equivalen a un euro, aproximadamente:

28 ago. 85 DH.
29 ago. 108 DH.
30 ago. 67 DH.
31 ago. 39'5 DH.
1 sep. 260 DH.
2 sep. 10 DH (ciber).
3 sep. 6 (ciber), 50 (Chez Omar: 1 garrafa 5 lit. agua, arroz, 4 yogures, 6 magdalenas), 3 (Bab Homar: 2 panes). Total: 59 DH.
4 sep. 6 DH (ciber).
5 sep. 0 DH.
6 sep. 48 (Avd. Hassan II: 8 yogures, 2 papel cocina, 4 papel higiénico, vinagre, paquete pasta); mercado: 28 (2 garrafas 5 lit. agua), 40 (1/2 kg. filetes pollo, 12 huevos), 40 (melón, manzanas, tomate), 2 (pan), 2 (lechuga); 10 (ciber). Total: 170 DH.
7 sep. 12 (ciber), 22 (Avd. Hassan II: 1/2 lit. aceite), 10 (Chez Omar: nachos, galletas). Total: 44 DH.
8 sep. 0 DH.
9 sep. 6 (ciber), 6 (ciber), 4 (2 panes). Total: 16 DH.
10 sep. Mercado: 79 (1 lit. aceite, magdalenas, cocacola, patatas fritas), 9 (agua); 12 (ciber). Total: 100 DH.
11 sep. 9 DH (ciber).
12 sep. 12 DH (ciber).
13 sep. 6 (ciber), 2 (pan). Total: 8 DH.
14 sep. 23 (kiosko plaza mezquita: El País); 36'80 (mercado: magdalenas, 2 yogures, 2 garrafas agua), 9 (ciber), 2 (pan). Total: 78'80 DH.

8.4.09

La sabia pereza solar

El Abaporu (antropófago, en tupí-guaraní) es el gran ausente de la exposición de Tarsila do Amaral. Pero se trata de una de esas ausencias magnéticas, que impregnan el espacio en el que faltan; así que he ido corriendo a volverlo a ver en las reproducciones. En la Fundación Juan March me compré los dos libritos que han editado junto con el catálogo: Hojas de ruta de Blaise Cendrars y Pau Brasil de Oswald de Andrade. Ayer tarde estuve leyendo este último, entre el trenecito de la costa, el mirador de Torremolinos y el banco del Barracuda. Hacía un sol intenso, como ese sol-rodaja de piña del cuadro. La traducción de Sánchez Robayna es excelente, aunque el poemario me ha gustado sólo a rachas. Está muy bien lo de "la sabia pereza solar" de "Discurso". Y el poemita "Amor de enemiga":
Puesto que alguna
Por el amor que le tiene
Suelta también al preso
Y lo sigue a sus tierras
También el titulado "Agente":
Habitaciones para familias y caballeros
Edificio de 3 pisos
Construido con esa finalidad
Todos dando a la calle
Amueblados en estilo moderno
Modern Style
Agua Teléfono ascensores
Gran azotea sistema yankee
Donde se descubre el bello panorama
De Guanabara
Y, sobre todo, "Atelier":
Pueblerina vestida por Poiret
La pereza paulista reside en tus ojos
Que no han visto jamás París ni Piccadilly
Ni los piropos de los hombres
En Sevilla
A tu paso entre aretes

Locomotoras y bichos nacionales
Geometrizan las atmósferas nítidas
Congonhas palidece bajo el palio
De las procesiones de Minas
El verdor en el azul klaxon
Cortado
Sobre el polvo rojo

Rascacielos
Fords
Viaductos
Un olor a café
En el silencio enmarcado
Procesiones de Minas y de Málaga, que rehúyo. Hace ya muchos años que en Semana Santa sólo salgo a pasear, bernhardianamente, "en la dirección opuesta". En el trayecto anoté ayer, a cuenta de lo mío: "Escribir no es nada, y el escritor no gana nada escribiendo –nada importante. Por eso ninguna vocación de escritor se pierde por felicidad".

7.4.09

Antropofagia

¿Cómo contar lo que no se puede contar, o lo que no es el momento de contar ahora? Sólo eludiéndolo: contándolo eludiéndolo. He pasado el fin de semana en Madrid, y mi sensación al volver es que han pasado muchas cosas; aunque en propiedad no ha pasado nada. Han sido días intensos en su laxitud, y de algún modo vengo removido. He visto sólo a tres personas, pero mucho tiempo (casi todo el tiempo). He pasado horas trabajando. El domingo por la mañana me escapé a ver la exposición de Tarsila do Amaral. Me he dado algunos paseos acompañado y otros solo; dos de estos nocturnos, desde el Clínico. Antes de dormir he estado leyendo Una novela rusa. Ayer, en el viaje de regreso en autobús, ocurrió la última cosa inesperada: se estropearon los amortiguadores y tuvimos que quedarnos dos horas en una vía de servicio, a doscientos kilómetros de Málaga. Es curioso, pero justo antes se había puesto a lloviznar (por primera vez tras tres días de sol límpido) y habían salido dos arcoiris entre las montañas, muy cercanos. Pasé la espera con el libro de Carrère, que he terminado ya esta mañana en la cama. Fuera, en el mundo, se han sucedido los acontecimientos: el terremoto de Italia, la remodelación del Gobierno, la maniobra contra Losantos en la Cope... La impresión es que sólo cuando uno deja de fijarse en los periódicos empiezan a pasar cosas: en los periódicos y en la vida.

6.4.09

Notre-Dame des Cyclistes

Me entero por una lectora de la existencia de Notre-Dame des Cyclistes, una capilla consagrada a los, así llamados, esforzados de la ruta. Está en Labastide d'Armagnac, Aquitania: ciclista de Aquitania en su cuesta abolida...

3.4.09

Billy Wilder en la cumbre



Al ver esta foto de las primeras damas he añorado la gran película (la gran comedia) que hubiera podido hacer Billy Wilder con eso. ¿Dónde está el marido de Angela Merkel? Él hubiera sido el protagonista, por supuesto: el único hombre, la única primera dama con polla (¡en principio!). Imagínense que, del mismo modo que a Sarkozy le ha dado por una sex symbol, a la presidenta de Alemania (no, quedaría mejor que fuese la de los Estados Unidos, la primera presidenta de los Estados Unidos, que esto es Hollywood) le hubiese dado por un Nacho Vidal (¡cubano!). Y helo aquí, al hombre objeto, rodeado de señoras (¡importantes!). Los sesudos maridos ocupados de la Economía Mundial y descuidando la retaguardia, la humilde economía doméstica, donde burbujea la pepsicola... Se podría hacer algo como en Bésame, tonto: un entrecruzamiento picante pero también sentimental. En realidad, es Nacho Vidal el que pone en circulación el espíritu de consenso. Por la noche, las bien folladas primeras damas relajan y alegran a sus maridos, que por la mañana llegan entre ellos, inesperadamente, tras la tormentosa primera sesión, a grandes acuerdos. Éxito rotundo de la cumbre. Después, secuencias picadas de todas las parejitas volviendo a casa en sus aviones oficiales. Los maridos creyéndose estadistas de fuste (¡napoleoncitos!), y ellas mirando melancólicamente las nubes por la ventanilla, con restos de felicidad todavía en el coño. El último avión que vemos es el de la presidenta de los Estados Unidos. A su lado, Nacho Vidal duerme. Y ella lo mira, feliz de tener a un marido tan contundentemente físico; aunque quizá lamenta que sea tan inútil para los asuntos de enjundia, por ejemplo, las relaciones internacionales...

De los proyectos que se dejó sin hacer Billy Wilder hay dos buenísimos. Uno era Los hermanos Marx en la ONU: sólo el título provoca salivaciones de placer anticipado (y ya postergado para siempre); evidentemente, acababa en la Tercera Guerra Mundial, o poco menos. Otro estaba en un papel que se encontró en su cajón de trabajo y que decía así (cito de memoria): "Época de las Cruzadas. En un pueblecito francés, los maridos, antes de partir, les ponen el cinturón de castidad a sus mujeres. Sólo se queda un varón: el cerrajero, que es Cary Grant".

2.4.09

Amor pasión

No sé por qué le tengo tanto cariño a Hable con ella. Supongo que porque la vi en una buena época. ¿Cuándo se estrenó, en la primavera del 2002; en marzo o abril? Sí recuerdo que fue en los cines Princesa, el primer viernes a las cuatro de la tarde. Yo había ido solo pero a mi lado, cuando ya se habían apagado las luces, se sentó una chica con el pelo largo y rizado. No le vi la cara pero su melena olía a húmedo. En el primer chiste del guión ella soltó una carcajada. Nadie más lo hizo. Así que yo solté una carcajada de apoyo: artificiosa pero efectiva. Noté que a ella le gustó. Esa ha sido la relación más rápida (y feliz) que he tenido; en cuanto terminó la película me fui sin quererla mirar, porque yo entonces estaba enamorado de otra. Y la verdad es que ella, su melena, su manera de reír, me recordaba a la otra. (Mi carcajada de apoyo fue, en realidad, un homenaje a la otra: por protegerla de un cine en silencio mientras se reía; camuflar su risa, que era la buena, con otra risa, por que se pudiera reír a gusto.)

Hable con ella se me ha quedado como una historia, intensa, trágica, de amor pasión. Una de las últimas que se han rodado con esa limpieza. En consecuencia, es una de las que se tienen por más sucias. "Apología de la violación", se ha dicho. "El maricón follándose a la tía en coma". Puede ser. Sin duda, es un delito. Y el personaje que interpreta Javier Cámara, de hecho, acaba en la cárcel: lo cual está muy bien. Pero precisamente ese confín en el que se ve desterrado es la clave de su tragedia. Nadie le comprende. La soledad es el precio de su pasión. Su pluma, su apocamiento; su desamparo sin queja en el presidio... A mí me parece una historia desolada y hermosísima.

La película es, por otra parte, un compendio de los miedos y deseos de un homosexual con respecto a una mujer: el amor (el sexo) hacia el cuerpo inerte, sin resistencia, dócil, por un lado; y por otro, el regreso al útero materno por la vía más veloz y física, la vaginal, como ocurre en la fantasía del amante menguante (o "La giganta"). Alomodóvar hizo ahí un striptease espectacular. Todo es precioso y doloroso en la película. Quizá por eso ha sido tan detestada.

1.4.09

La bifurcación

Al fin un libro me ha sacado de mi abulia lectora: El adversario, de Emmanuel Carrère. Llego tarde a él, así que muchos lo han celebrado antes que yo. Está considerado como una obra maestra. Lo es. Sólo se ablanda un pelín en las últimas páginas, por el sentimentalismo religioso del asesino; pero ya da igual, porque la excelencia está cumplida. En vez de El adversario, que alude a Satán, yo lo hubiese titulado La bifurcación (palabra que se repite en el libro): porque es la historia de una vida que se tuerce. En un momento determinado entra en vía muerta y se oculta esa vía muerta; así durante casi veinte años –hasta que estalla. El libro nos permite acceder a los detalles: la concreción del desvío. Lo inquietante es que la falsa vida de Romand es una fábula que sólo ha contado a los suyos: familiares, amigos, vecinos. Fuera, no hay nada:
Cuando hacía su entrada en el escenario doméstico de su vida, todos pensaban que venía de otro escenario donde interpretaba un papel distinto, el del hombre importante [...]. Pero no existía otro escenario, no existía otro público ante el cual interpretar otro personaje. Fuera, se encontraba desnudo. Volvía a la ausencia, al vacío, al blanco, que no eran un percance de ruta sino la única experiencia de su vida. Creo que no conoció otra, ni siquiera antes de la bifurcación.
El esquema lo llevaba en su carácter, desde niño: "Yo estaba siempre sonriente, y creo que mis padres no sospecharon nunca mi tristeza". Y añade Carrère:
No tenía otra cosa que ocultar entonces, pero escondía eso: aquella angustia, aquella tristeza...
Después de acabar El adversario quise seguir leyendo y cogí otro de los libros del montón de prestados: Primer amor, de Samuel Beckett (delgadito). Bien. Pasé a Palahniuk. Mal. Una escritura brillante, fresca, con nervio: pero no la aguanto. No me interesa un pimiento lo que me cuenta Chuck, en plan listillo. Así que dejo El club de lucha, paso olímpicamente de Rant (¡con plena conciencia del nocillicidio que esto me supone, de mi defunción afterpop: entro en una bifurcación que me aleja de mis coetáneos a la page adieu adieu cou coupé!) y me voy, saltándome el programa, a lo último de Carrère: Una novela rusa. Ésta la empecé hace unas semanas, pero la dejé, pese a que me estaba gustando: precisamente por mi abulia lectora; y porque yo también abandono los libros incluso cuando me están gustando...