30.7.11
Futuros amantes
Futuros amantes
(Chico Buarque)
Não se afobe, não
No te agobies, no
Que nada é pra já
que no es para ahora
O amor não tem pressa
el amor no tiene prisa
Ele pode esperar em silêncio
puede esperar en silencio
Num fundo de armário
en un fondo de armario
Na posta-restante
en lista de correos
Milênios, milênios
milenios, milenios
No ar
en el aire
E quem sabe, então
Y quién sabe si entonces
O Rio será
Río será
Alguma cidade submersa
una ciudad sumergida
Os escafandristas virão
los buzos vendrán
Explorar sua casa
a explorar tu casa
Seu quarto, suas coisas
tu cuarto, tus cosas
Sua alma, desvãos
tu alma, desvanes
Sábios em vão
Sabios en vano
Tentarão decifrar
intentarán descifrar
O eco de antigas palavras
el eco de antiguas palabras
Fragmentos de cartas, poemas
fragmentos de cartas, poemas
Mentiras, retratos
mentiras, retratos
Vestígios de estranha civilização
vestigios de una extraña civilización
Não se afobe, não
No te agobies, no
Que nada é pra já
que no es para ahora
Amores serão sempre amáveis
los amores serán siempre amables
Futuros amantes, quiçá
Futuros amantes, quizá
Se amarão sem saber
se amarán sin saber
Com o amor que eu um dia
con el amor que un día
Deixei pra você
dejé para ti.
(29.10.16)
28.7.11
Festival en casa

* * *
24.7.11
El sótano

He recibido fotos de una bernhardiana que está realizando expediciones por Google en busca de escenarios nombrados por nuestro autor. Lo que se ve en la de arriba es el sótano de El sótano, en el poblado salzburgués de Scherzhauserfeld: adonde se llega en la dirección opuesta. La misma lectora me envía también este enlace con más fotos del edificio del sótano y del poblado. Lo que aparece abajo es el cementerio de Grossgmain con el hotel Vötterl detrás, en que se aloja Bernhard, enfermo, en El aliento.

20.7.11
Dos de oros
Esta mañana he ido a llevarle la radiografía al médico. La ha puesto en el panel fluorescente y la ha observado. "Parece que todo está bien". ¿Y las manchas de abajo? Se ha apartado entonces y he podido verla de nuevo. Las dos manchitas, que en mi cabeza las venía visualizando redondas y amenazantes, nítidas, eran apenas dos borrones desvaídos, ni siquiera blancos. No eran nada.
17.7.11
Girasoles, helicópteros (2)

Me envía una lectora el enlace de una primera tanda de fotos del Tour que ha sacado este año también el Boston Globe. Hay varias espléndidas, pero yo me quedo con estas dos, que remiten al juego simbólico sobre el que escribí hace unos meses, tras mi lectura del libro de Ander Izagirre Plomo en los bolsillos. La primera foto, la de los girasoles, naturalmente solar (¡multisolar!); la segunda, saturnal: con el lejano helicóptero surgiendo de entre la niebla.

14.7.11
Las doctoras
8.7.11
La generación de los padres

Se inaugura en Alemania, en el Panorama Museum de Bad Frankenhausen (Turingia), la exposición A la sombra de los sueños. Realismo mágico en España, en que participa con nueve cuadros Marcial Gómez, padre de mi amigo Miguel Gómez Losada. Esta condición, y el hecho de que yo conociera primero la pintura de su hijo, se ha incorporado a mi experiencia de su obra. La primera vez que la vi me emocionó en sí misma, y también por los puentes que aprecié con la de mi amigo. La pintura de cada uno es diferente, tiene su propia personalidad; pero a la vez hay matices comunes: un aire de familia. En ocasiones me he preguntado cómo será la tarea artística teniendo como referencia la figura del padre. Si añade angustia y tensión. No sé cómo habrá sido en Losada, porque nunca lo hemos hablado. Pero sí he observado desde siempre su pulcritud, su rigor: su cuidado por mantener limpia la vía por la que discurre la fecundidad entre las generaciones.
* * *
La obra de Marcial Gómez puede verse en este blog. Además: la noticia en Ars Operandi, y artículos de F. A. Carrasco y Azaústre.
(11-VII) En El País: "El pintor amigo de Flash Gordon".
5.7.11
El bolero de Borges

Ausencia
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
4.7.11
El juego de las antípodas
Las antípodas siempre habían sido simpáticas, hasta que Bardem soltó la parrafada aquella tristona en Los lunes al sol. Por su culpa los niños dejamos de soñar con deslizarnos como bomberos y asomar la cabeza por la otra punta del mundo. Las antípodas, ese columpio mental, el concepto que le daba ligereza al globo terráqueo, quedaban convertidas en quejumbre: la quejumbre de León de Aranoa, que lo más cerca que ha visto a un pobre ha sido desde la ventanilla del taxi. Yo antes estaba todo el día soñando con las antípodas. Me habían dicho que las antípodas de Málaga eran una ciudad de Nueva Zelanda llamada Wanganui, y pensaba llevar un cuaderno en que describiera mi vida en Málaga bajo el título de Mi vida en Wanganui. Yo en realidad era un neozelandés en sus antípodas. Un wanganuiano entre malagueños. Pero se interpuso la quejumbre de Aranoa-Bardem y las antípodas apestaron a selva lacandona, con la sudorosa imagen de Vázquez Montalbán acarreándole chorizos al Subcomandante Marcos... El juego de las antípodas se me había arruinado completamente.
Hasta que he encontrado el Mapa de Antípodas (gracias a Microsiervos) y he podido chorrearme como el niño bombero que siempre fui. Ahora cada cual puede hacerlo y asomar por el lugar exactísimo. Resulta que el punto más alejado de Málaga no era Wanganui, sino Matarangi. Que tampoco está mal.

* * *
PS. Me manda un lector la canción de Krahe, que no conocía. Su conclusión es desalentadora: las antípodas están aquí.
(17.9.15) Veo que está desactivado el Mapa de las Antípodas que enlacé en este post. Pero aquí hay otro.
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