13.7.25

Parálisis en la pasarela del barco sanchista

[Montanoscopia] 

1. Entre las medidas contra la corrupción que propuso Sánchez en el Congreso no estaba la única que se ha demostrado efectiva hasta ahora: atender a Ketty Garat y sus informaciones en The Objective. Por contra, lo que ha venido haciendo el Gobierno de Sánchez y sus extensiones politológico-mediáticas con esta periodista y este medio ha sido atacarlos. De este modo han estado encubriendo la corrupción, hasta que no han tenido más remedio que reconocerla. Con las investigaciones de la UCO ha pasado lo mismo. Así que un respeto a los verdaderos luchadores contra la corrupción, entre los que no han estado precisamente ni Sánchez, ni sus ministros, ni sus periodistas, ni sus politólogos ni politólogas. 

2. En el debate Feijóo estuvo, en efecto, sucio. Exactamente a la altura (a la bajura) de Sánchez. 

3. Que el PP se presente como "partido regenerador" es cómico, por la trayectoria que tiene y por lo que es. En España no hay regeneración posible, por culpa de los dos grandes partidos y por la de esos personajes entrañables: los españoles. Lo máximo a lo que se puede aspirar es al alivio periódico, mecánico, de cambiarle el agua a las aceitunas. Y ocasionalmente a la expulsión del poder de un autócrata como Sánchez. Esto de por sí supondría un avance regenerador. Pero con el resto de la retórica pepera solo se ilusionarán los ilusos. 

4. La antropología, ya les dije, es la única ciencia social sólida. ¡Qué inagotable espectaculito el del ser humano! Ahora estoy fascinado con los que iniciaron la escapada del barco sanchista pero se han quedado paralizados en la pasarela, como ratas congeladas. Cuando parecía que la caída de Sánchez era inminente tras los primeros audios de Koldo, se pusieron a correr pasarela afuera, contorsionándose con un impostado cabreo: se trataba de esculpir una imagen de disconformidad con el sanchismo que anulara los años de conformidad (o silencio pancista) con el sanchismo; una imagen a la que recurrir ante el siguiente Gobierno, para continuar medrando. Pero como el capitán ha decidido mantenerse en el barco, los supuestos cabreados han ido ralentizando el movimiento, como fotogramas de película de Peckinpah, hasta quedarse quietos como el vizcaíno del Quijote. Y ahí se mantienen los pobrecicos, hasta que se decante la situación. 

5. Escohotado lanzó divertidas andanadas contra el Departamento universitario como célula de represión y obstáculo para el conocimiento. Se podría decir lo mismo de la Redacción de El País, histérica esta semana contra sus columnistas Daniel Gascón y Ana Iris Simón (a esta ni le han publicado la columna). 

6. La politóloga Bascuñán, cheerleader sin fisuras de Sánchez, dice que el problema del sanchismo es el antisanchismo, como escribió aquí nuestro Dudda, pero sin ironía. Ella lo cree a ciegas, y cree que el antisanchismo se estudiará en las facultades. Yo creo que la mermada politología deberá ocuparse más bien, para recuperar algo de credibilidad, de las politólogas (y politólogos) cheerleaders

7. Escribí que Vivian Gornick y Rebecca Solnit eran dos autoras que, sin haberlas leído aún, me interesaban, pero que me parecieron un plomo en sus actos durante la Feria del Libro de Madrid. Pues bien, resulta que ahora Gornick me ha parecido estupenda en la entrevista que le ha hecho Javier Aznar en su podcast. ¡Resulta que la pobre fue un plomo por su entrevistadora, y es de suponer que Solnit también! Las sometieron a un tercer grado de catecismo feminista, sin que la vida apareciese por ningún sitio. Al final se volvió a cumplir lo que decía Pániker: "Todo entrevistado acaba reducido a los límites mentales de su entrevistador". 

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