Podemos no es hoy el mayor problema que tenemos en España, pero sí es la mayor de las falsas soluciones. Por lo primero, es casi un abuso hablar tanto de Podemos, dejando de hablar de aquellos cuya irresponsabilidad ha sido el factor decisivo de su crecimiento. Por lo segundo, es imprescindible seguir hablando de Podemos, para advertir, para desempeñar el desagradable papel (que no mola nada) de aguafiestas. Los aguafiestas de Francia, donde la mayor de las falsas soluciones es el Frente Nacional de Marine Le Pen, pueden beneficiarse de la fama de progresistas. Los de España, pese a que consideramos Podemos una suerte de lepenismo de otro color, tendremos que cargar una vez más con la fama opuesta. Y aquí estamos.
El supuesto limbo del que surge Podemos no es tal. Están limpios (porque no han tenido ocasión de ensuciarse) en la política española, pero no en la universidad española, que es probablemente el ámbito más putrefacto de la putrefacta realidad española. Berta González de Vega lo ha contado en El Mundo a propósito de Íñigo Errejón. Aquí se lee también sobre el conocido vínculo de los líderes de Podemos con movimientos latinoamericanos como el chavismo. Los que se presentan como la solución para España, los que se venden como "sin pasado", ya tienen en su pasado el haber contribuido a la ruina (económica y moral) de otros países. Mi amiga Ana Nuño, hispanovenezolana, está asistiendo a la eclosión de Podemos con temor estereoscópico.
En la memorable entrevista de Ana Pastor en La Sexta, Pablo Iglesias eludió pronunciarse sobre la corrupción en Venezuela (m. 37). Y en El País hemos leído sobre Ricardo Forster, uno de los intelectuales orgánicos del kirchnerismo, o sea, de la corrupción actual en Argentina. Este hombre es "una de las voces en Sudamérica a quienes los dirigentes [...] de Podemos escuchan con mayor atención". Los pecados del gurú no se traducen automáticamente en pecados de sus adeptos; pero su elección ya es muy mal síntoma, y si se le tiene de guía es de presumir que en el camino se caiga en los mismos errores.
El cargo de Forster, inventado por el gobierno de Cristina Kirchner y aceptado por él, es inquietante: Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Los lanatistas nos enteramos por la parodia que se hizo en Periodismo Para Todos, que presentaba a Forster (o Bolster) como comisario político esperpéntico.
En cuanto a la corrupción, que es uno de los asuntos por los que aquí se va a votar a Podemos, la respuesta de Forster no puede ser más tibia: la tibieza propia de la casta (de allá). Como muestra, una entrevista radiofónica del día de su nombramiento. El tono es sereno, civilizado; sus reflexiones tienen interés, y pueden ser compartidas en sus generalidades. Pero en ellas van los posicionamientos del sectario, su utilización estratégica (partidista) del razonar. Habla del "proyecto de transformación que inició Néstor" (m. 3:45); y justo después reprueba a uno de los posibles sucesores de Kirchner llamándolo, con fórmula untuosa, uno de "esos aliados que se van desplegando a lo largo del tiempo y que en algún momento se muestran como incompatibles, o que no aceptan que el proyecto o el liderazgo marque el rumbo". Y defiende, o consiente, a individuos que en España solo podrían competir con Gil y Gil: el entonces vicepresidente Amado Boudou (m. 4:36); el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán (m. 6:00; véase sobre este personaje el reportaje de PPT, desde el m. 25:20); o Lázaro Báez, sobre cuyo dinero dijo Forster "qué carajo sé yo" cuando le preguntaron a propósito de la denuncia que hizo Jorge Lanata (ms. 7:40 y 8:57).
Forster, naturalmente, sí arremete contra Lanata. Critica que reduzca lo político a "lo cloacal" y a la "lógica de la corrupción", por el daño que supone "no solo para el kirchnerismo", sino para la democracia (ms. 9:09 y 11:10). O sea, la de Forster es la típica crítica desde el poder hacia el que lo denuncia; le preocupa no tanto la corrupción como el que esta se vea en el escaparate. Teme que poner énfasis en ella produzca un "vaciamiento" de la política, y que ese vacío vengan a ocuparlo quienes se presentan como "los grandes virtuosos de la patria" (m. 13:10). ¡Cielos, como entre nosotros sus pupilos!
[Publicado en Zoom News]