23.1.14

Una equidistancia en la que descansar

Meterse con El Roto es como pegarle a un padre: tal es la unanimidad afectiva que se ha formado en su favor. En el mundo de la socialdemocracia (en el que me sitúo; pero yo tengo un pie fuera, y un ojo también) es como un elixir que aspirar para sentirse limpio. Como un volverse a poner un rato la chaqueta de pana, o la de cuero. Para sentir que nosotros, los de entonces, seguimos siendo los mismos; y que no somos todo aquello contra lo que luchamos a los veinte años. Una agradable sensación. Falaz, naturalmente.

El Roto es bueno. Su trabajo es bueno. Acierta a veces. Incluso con cierta frecuencia. Pero otras se equivoca. Y otras hace algo peor que equivocarse: descansa. Incurre en ese error mortal de halagar a su público. De hecho, lo halaga siempre. Nunca le decepciona. En cada dibujo le da lo que le pide. Quizá sea esta la razón de la unanimidad de que goza. Ofrece un producto con garantía. Jamás sale rana. Su misión es expresar el descontento y lo expresa muy bien. Así, todos contentos.

Aunque a veces la realidad es más incómoda de lo esperado y hay que recurrir a malabarismos. Así lo hizo ayer en su viñeta de El País, que Arcadi Espada ha calificado de “la mejor y más putrefacta descripción de la equidistancia”. Antes se habían fijado en ella mis amigos de Twitter Caballero y Sámuel, resistentes a lo unánime. Y el segundo puso el dedo en la llaga: “Es que el truquillo dialéctico equidistante de estar por encima de ‘los unos y los otros’ no vale si te inventas a ‘los otros’”.

En efecto, la equidistancia sería plausible como resultado, en un caso en que hubiese dos bandos con la misma culpa o empeño; dos bandos de los que conviniese huir igualmente. Pero aquí los dos “bandos”, como también señaló Sámuel (¡fue su día!), no son equivalentes en absoluto: solo uno de los dos no excluye al otro, y acoge las dos banderas sin problema. Por ello, el que quiera echarse en la equidistancia necesita acomodarla previamente: con arreglos como el de El Roto, que en esta ocasión debería haber firmado El Zurcido.

[Publicado en Zoom News]