29.4.20

El bulo elíptico

Hay un sintagma de moda: “los bulos de la ultraderecha”. Se repite tan machaconamente que termina teniendo un efecto pavloviano (esa será la pretensión, sin duda): las pocas veces que uno oye “bulos” a solas, completa mentalmente “de la ultraderecha”.

Así asoma el propósito ideológico. No se trata de combatir los “bulos” en aras de la verdad. Se trata de combatir los “bulos de la ultraderecha”. No tanto por ser “bulos”, entonces, como por ser “de la ultraderecha”. La ultraizquierda, y la izquierda, quedan libres del engranaje: no lanzan bulos. Este es el otro efecto pavloviano.

La protección que les brinda lo anterior hace que la izquierda y la ultraizquierda lancen bulos como el que más, solo que con una impunidad notable. Y con una operatividad, por tanto, más efectiva. Estamos en una pura guerra partidista: se lucha, como ha escrito Daniel Gascón, por el monopolio de la intoxicación.

La ultraderecha y la derecha lanzan bulos, naturalmente. Pero la ultraizquierda y la izquierda también. La lucha contra los bulos ha de ser transversal, porque si no ella misma es un bulo.

Hay un tipo de bulo particular que no está consignado como tal y en el que se ejercitan los que insisten hoy en lo de “los bulos de la ultraderecha”. Es lo que propongo llamar “bulo elíptico”, porque consiste en una elipsis mentirosa. Por ejemplo: “Ha sido condenada por parar un desahucio”. O: “Están en la cárcel por poner urnas”.

En la serie de hechos que se presentan en la frase se omite uno: el fundamental. Con lo cual la serie es falsa. Lo que se presenta como una verdad es una mentira. El emisor de bulos elípticos es un corruptor, porque corrompe la realidad en beneficio de la ideología. Practican el maquiavelismo de “el fin justifica los medios” mediante la amputación de lo de en medio.

El bulo elíptico es un montaje de la realidad por medio de las frases. Procede como el Nodo al ofrecer una realidad falsa, propagandística. Es el Nodo de las frases. Así que aquí tenemos a los supuestos antifranquistas Pablo Iglesias, Irene Montero, Gabriel Rufián o Pilar Rahola ejerciendo una vez más su franquismo. Noticieros (es decir, fabricantes de noticias) del régimen.

(No me olvido de lo importante: esto lo escribo cuando llevamos –oficialmente– 23.822 muertos por coronavirus.)

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En The Objective.