12.2.22

Con Alfonso Guerra en La Térmica

En mi primera intervención tuve una de esas cornadas que sufro a veces al hablar en público (la última fue en 2016, presentando la novela de Sanz Irles Tulipanes y delirios): perdí el hilo, me quedé en blanco y le pasé la pelota a Teodoro León Gross. Pero luego todo fluyó. ¡Un gran Alfonso Guerra! Y estuvo simpático y cariñoso.