17.2.23

Los apellidos de los árbitros

[La Brújula (Zona de confort), 1:25:15]
 
Hola, Rafa Latorre. Definitivamente, soy un sentimental. De la chunguísima noticia de la corrupción en el Barça, me quedo con los apellidos del árbitro: Enríquez Negreira. Los apellidos de este árbitro y de todos los árbitros. El ejército entero de los árbitros con sus dos apellidos. No sé quién empezó a llamar así a los colegiados (ni quién empezó a decir "colegiados"), pero que los árbitros tengan el monopolio de los dos apellidos me resulta arrebatador. Y lo tienen hasta el punto de que cuando alguien firma con sus dos apellidos se dice que tiene nombre de árbitro. El nombre de los árbitros son sus dos apellidos. Andújar Oliver. Urízar Azpitarte. Ramos Marcos. López Nieto. Iturralde González. Brito Arceo. Ansuátegui Roca. ¡Pes Pérez! Pronuncio los de mi época, los que están grabados en mi memoria como magdalenas de Proust. Han sido años y años de inyección apellidal, y eso que no me gusta el fútbol. No me gusta el fútbol, pero me he tragado horas de retransmisiones futbolísticas y horas de programas deportivos. Una de las razones de mi enganche fue sin duda la fonética. Esta semana se celebró el día de la radio y a mí no me gustaba el fútbol, sino que me gustaba la radio. Me gustaba ese mundo de los partidos de fútbol hechos solo de palabras, como dice Vargas Llosa que logran las novelas. Vargas Llosa: otro nombre de árbitro. Como García Márquez, Bryce Echenique o nuestro Jiménez Torres. Parecen también compañeros del colegio, de cuando se pasaba lista y nos conocíamos todos por nuestros dos apellidos. Es chunguísima la corrupción y no hay nada más sórdido que un árbitro comprado. Pero para lo malo y para lo bueno brillan sus dos apellidos, ahora en las portadas de todos los periódicos menos los deportivos catalanes. ¡Enríquez Negreira!