Esta noche habla el Rey, pero mi impresión es que el discurso de la Corona lo he venido dando yo todo el año. Quitando mis pullas y mis denostaciones, que, aunque dicharacheras, difícilmente podrían encuadrarse en la campechanía borbónica, lo que suele haber por debajo de mi discurso es una defensa prioritaria del Estado de Derecho y la democracia (¡formal!). Algunos amigos se burlan diciéndome que mis artículos tienen a veces un tono entre de editorial de periódico importante y de negro de don Juan Carlos. Y reconozco que puede ser verdad. Siempre y cuando se precisara que ese negro toma a veces como blanco también al Rey.
La gran carencia en las llamadas de atención institucionales de la Corona es la llamada de atención institucional a la propia Corona. Algo que yo me tomo gustosamente la libertad de suplir. Parece que hoy, según anuncia la prensa, asistirán a la cena de Nochebuena en el palacio de la Zarzuela la infanta doña Cristina e Iñaki Urdangarin. Con ello quedará refutado el discurso de Su Majestad de hace dos Navidades y deja bastante tocado, antes de que se pronuncie, el de la presente. Diga lo que diga, que será sensato en su mayor parte, quedará lastrado por ello. Una grave irresponsabilidad, a mi juicio. En el sentido general, y no constitucional, de la palabra.
Últimamente se ha hablado mucho de la irresponsabilidad que el artículo 56 de la Constitución le otorga al Rey. Se trata de un blindaje que trata de salvaguardar el carácter simbólico de su figura, cuyo valor no está en la potestas (el poder efectivo, del que carece) sino en la auctoritas (la dignidad y el prestigio). Había un pacto implícito ahí, a mi manera de ver, y es que esa irresponsabilidad reconocida por la Constitución exigía un comportamiento sumamente responsable, impecable diría, del hombre que encarnara a esa figura. La irresponsabilidad vendría a ser la protección externa para que el beneficiario concreto de ella actuara, sin interferencias, con alta responsabilidad. Cuando no es así, el invento completo queda estropeado.
Leo que tras el discurso del Rey reaparecerá en TVE, tras su largo ostracismo, Fernando Esteso. El bellotero pop de la Ramona, el zurriagazo, los niños con los niños y el ajo era un picador. Me temo que no va a ser lo menos llevadero de la noche.
[Publicado en Zoom News]