10.9.23

Campanas acusatorias, el último hermano Marx y Caetano Veloso

[Montanoscopia] 

1. Se interpone el terremoto de Marruecos. ¿Qué decir en una sección de opinión? Solo me sale mencionar el hecho: el hecho terrible. 

2. Entonces se hablaba de los visceralmente fascistas. También existen (no sé si serán muchos hoy) los visceralmente demócratas. Quien no sienta una repugnancia instintiva, visceral (no vale ni pensarlo, ha de ser visceral) por el encuentro entre Yolanda Díaz y Carles Puigdemont no es visceralmente demócrata. Se verá a sí mismo como quiera (seguro que se ve fenómeno), pero no lo es. No tiene incorporado en las vísceras el Estado de derecho. 

3. Feijóo se encuentra, con su PP, en plena espiral de inanidad. Va llenando como puede, generalmente mal, con declaraciones absurdas, cuando no preocupantes, las semanas que le quedan hasta la sesión de su investidura fallida, que será fallida en un sentido pleno: en ella culminará su inanidad. 

4. En cuanto a Vox: el que ya a muchos les parezca la única opción no es más que la culminación, no la excepción, de la catástrofe nacional... 

5. No es que hayamos perdido con los otros, es que hemos perdido con los nuestros. Teníamos razón y la han malbaratado. 

6. Llevo ya tiempo desconectado, emocionalmente desconectado, del parlamento español: ese parlamento al que los diputados y senadores acceden con sus juramentos de cuchufleta y que después, durante toda la legislatura, son dignos de ese juramento. Ahora meterán pinganillos folclóricos y mi desafección pasa al ataque: haré boicot personal (e intransferible) al parlamento. Solo cuando no tenga más remedio por mis obligaciones periodísticas me asomaré. El resto: ¡tururú! 

7. Me he dado cuenta de que Sánchez es el último hermano Marx. Va echando tablones del país que gobierna en el fogón de su nueva investidura. Se va quedando de este modo sin país que gobernar, claro. ¿Pero qué le importa? ¡Más madera! 

8. El único problema real de Rubiales y de los estudiantes de La Rioja es que Sánchez no necesita sus votos. 

9. Ignorancia elemental por todas partes. En el caso de los wasaps desvelados de los estudiantes de La Rioja, ignorancia de la teoría de la comunicación. El factor determinante de quiénes son los receptores: los amigotes con sus conjuros, con sus bromas, con la gestión teatral de sus pulsiones y sus frustraciones... Una vez más: el aplastante literalismo. 

10. No preguntes por quién doblan las campanas acusatorias. Las campanas acusatorias doblan por ti. 

11. Algunos nos hicimos (o nos reconocimos) de izquierdas en la adolescencia contra los curas, contra los creyentes, contra los inquisidores, contra los autoritarios, contra los puritanos, contra los tristes. Hoy estamos contra la (pseudo)izquierda exactamente por las mismas razones. 

12. Y Caetano Veloso: aliento de la semana. El lunes fue investido (¡al fin una investidura digna!) doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca y el miércoles cantó en Madrid. En su discurso de Salamanca citó a Unamuno: "el portugués es un castellano sin huesos" (algo más extremado en el portugués de Brasil). Y dijo que en la palabra española "luna" está la luna físicamente, nítida, compacta; mientras que en la portuguesa "lua" lo que está es el espíritu de la luna. ¡Y terminó la ceremonia cantando "Genipapo absoluto"! En Madrid dio un concierto juvenil a sus ochenta y un años. Un homenaje viviente a la vida, con oleadas de alegría y remansos líricos: preciosidades como "Itapuã". Mi acompañante se echaba a bailar a la vez que el público (con "Reconvexo", con "Sem samba não dá", con "A luz de Tieta"), pero yo me quedaba como un pasmarote. Estaba relativamente feliz, pero para bailar no tenía el cuerpo. 

* * *