1.10.13

El Rey en la habitación de Pascal

Está previsto que el rey don Juan Carlos salga hoy martes del hospital, con lo que terminará, por ahora, un género al que me estaba acostumbrando: los partes médicos leídos por la directora del Quirón, la doctora Lucía Alonso. Durante estas jornadas todo podía fallar, menos ese momento: flor (¡madurita!) de los Telediarios. Ha sido una experiencia adictiva, pero agridulce. Me gustaría explayarme sobre la parte dulce, pero nos llevaría muy lejos (y de manera un tanto improcedente). Así que señalaré solo lo agrio.

A veces las noticias caen en una cabeza predispuesta para ciertas asociaciones. Justo el día de la hospitalización del Rey me habían recordado la célebre frase de Pascal: “Todas las desgracias le vienen al hombre de que no sabe quedarse quieto en una habitación”. Pensé que su confinamiento obligatorio quizá supusiese, por ello, una pausa en sus desgracias, que son las nuestras. Me dispuse a atender los partes fijándome en ese particular, como si el reino dependiese de su quietud. ¿Estaría Su Majestad a la altura del reto pascaliano?

No había caído en que, debido a la naturaleza de la operación, el modo de demostrar su mejoría era justamente no estándose quieto. Se trataba de poner en marcha la prótesis de la cadera cuanto antes. Por eso en cada parte médico, al que no he faltado ni un solo día, se me juntaba el deleite por la presencia de la doctora (¡y directora!) con la conciencia angustiada de que todo estaba fallando. “¡No era eso, no era eso!”, me repetía en un salto de Pascal a Ortega.

La apoteosis llegó con el parte número 4, según el cual el Rey “ha intensificado sus paseos por la habitación”. Ahí lo di ya todo por perdido. La prótesis va fenomenal, sin ninguna duda, pero, según mi premisa, intensificar los paseos era intensificar las desgracias. No solo en Pascal: en cualquier novela, el que un personaje intensifique sus paseos por la habitación es muy mal síntoma. Aunque puede que exista una alternativa. Hay un clásico que no he leído, el Viaje alrededor de mi habitación de Xavier de Maistre. Podría informarme acerca de su contenido antes de terminar este artículo, pero prefiero hacerlo después. Para dejar abierta la posibilidad de que los pronósticos sean mejores. Por si son peores.

[Publicado en Zoom News]