Hola, Rafa Latorre. Hay semanas en que lo difícil no es escribir la columna, sino escoger el tema. Esta que hoy llega a su finde ha sido un no parar. La actualidad ha ido de lo macroscópico a lo microscópico. Con lo primero no me refiero a Sánchez, sino a la noticia de que se ha logrado desviar el asteroide. Ahora hay que ver cómo sigue por el billar cósmico, que lo carga el diablo. En cuanto a lo microscópico, están esas células humanas que han sido introducidas en el cerebro de una rata. Algo que yo pensaba que ya se había hecho, y no diré nombres. Entre ambos extremos está lo de Lesmes. En su mensaje grabado solo le faltó asegurar que dimitir era para él un orgullo y una satisfacción. Y está también lo del presidente llegando tarde a la fiesta nacional, como en una canción de Paco Ibáñez. Mientras, Marruecos ha afirmado que Ceuta y Melilla son presidios. Unos presidios a los que gustan de escapar los marroquíes. Y siguen la crisis energética, la inflación y la guerra de Ucrania. Sobre esta, el inefable Monedero ha llamado fascistas tanto al invasor como al invadido, y ha hecho este llamamiento: "¿Es que nadie en la política europea va a parar a estos putos locos?". Lo dice nuestro primer guerracivilista. Hoy mismo unos ecologistas le han echado sopa de tomate a 'Los girasoles' de Van Gogh. Lo que más que un homenaje a la naturaleza parece un homenaje a Andy Warhol, el artista más artificial que ha existido. Confieso que sí había un tema que me tentaba por encima de todos: la frase de Ortega Cano “mi semen es de fuerza”. Pero ya me veía gamberreando con que la frase la podría haber dicho Sánchez, y no era plan.