Hola, querido Rafa Latorre. Voy a hablar de un libro y prácticamente haré mi columna con él. Los oyentes lo agradecerán. Es 'Fake news. Cómo acabar con la política española', de Daniel Gascón, en Debate. Junto con artículos humorísticos de estos años, hay una selección de las viñetas que ha venido publicando el autor en las redes sociales. Con ellas se opera un milagro: fueron concebidas como respuestas inmediatas a situaciones de actualidad, pero al verlas ahora nos encontramos con que no era imprescindible aquel referente, porque divierten lo mismo. En parte porque seguimos en las mismas. Hay una que se anticipa a lo de la semana pasada con el presidente. Dice el personaje del dibujo: "Es urgente cambiar las leyes que castigan los crímenes de nuestros socios". Otra parece pensada para la ministra de Igualdad y sus chicas estos días. Un profesor les dice a sus alumnos: "Os aconsejo que compenséis vuestra falta de conocimiento con sectarismo y superioridad moral". Como vemos, en las dos se cumple una ley que formula Gascón en su estupendo prólogo: "Toda sátira es profecía". Los dibujos redondean el efecto de las frases, pero estas funcionan solas. No me resisto a decir algunas. "Por un pluralismo sin gente de derechas". "Es un tema complejo en el que intervienen muchos factores y, bueno, que lo que diga el Gobierno". "Es intolerable que crucéis las líneas rojas que nosotros dejamos atrás". "¡Qué país nos va a dejar la oposición!". "No podemos dejar la desinformación en manos del sector privado". "Tan demócratas no seréis si estáis contra el Gobierno". "Si todos pensarais como nosotros, no tendríamos este problema de polarización". "Que estudien en su segunda lengua no les da más oportunidades a ellos, pero a nosotros sí". Y digo la última: "Hay consenso. ¡Así que a callar!".