21.4.23

El sí y el no del PSOE

[La Brújula (Zona de confort), 1:25:30]

Hola, querido Rafa Latorre. Viendo ayer los melindres, o el asquito, con que el PSOE acogía la ayuda del PP para aprobar la reforma de la ley del 'solo sí es sí', me he acordado de todas las veces que desde el PSOE y sus intelectuales y periodistas orgánicos se ha difundido la excusa de que Pedro Sánchez se entregó a Podemos, ERC, Bildu y demás socios de su Gobierno Frankenstein porque no tuvo otra opción. O sea, porque Albert Rivera no quiso pactar con él y le empujó a aliarse con populistas, golpistas y filoetarras. Como si Sánchez hubiese estado deseando pactar con Ciudadanos, vamos. Esta excusa se la leí todavía hace unas semanas a un subdirector de El País. Que esto lo repita un hombre cuya obligación es estar bien informado delata al menos algo saludable: mala conciencia. Es decir, que por debajo de la capa interesada o cínica, al menos no hay una percepción equivocada de la realidad. Y la realidad es que el PSOE es ya lo que es: el partido que vota alegremente junto a Bildu y ERC, a los que les deja hasta que presenten sus leyes, como ha ocurrido con la ley de vivienda, mientras que se avergüenza de votar junto al PP, al que demoniza incluso el mismísimo día en el que está recibiendo su apoyo. La clave es esta: la demonización del PP. El partido al que, por cierto, más se parece (o se parecía) el PSOE, porque los llamados partidos de poder han de tener más convergencias que divergencias. Pero ahora el PSOE se avergüenza de ello. Sánchez lo instaló en su "no es no" contra el PP y de ahí se deduce todo lo demás: que puede ser sí con Podemos, ERC y Bildu, pero siempre no con el PP.