7.4.23

Trabajar en Semana Santa

[La Brújula (Zona de confort), 1:24:57]

Hola, José Miguel Azpiroz. Te he estado escuchando toda esta Semana Santa en 'La Brújula' y debo decir que tú, y no los que se han ido de vacaciones, tienes razón. Porque, como decía el poeta Jaime Gil de Biedma, "tienen razón los días laborables". Y no hay días más laborables que aquellos en que uno trabaja mientras los demás están de vacaciones. Así que te felicito a ti y a todos los compañeros de Onda Cero que se han quedado. Yo, aunque fuera, también trabajo, como se ve (o se oye) ahora. Además, trabajar en Semana Santa es más descansado que no trabajar. No hay vacaciones más esforzadas que las de Semana Santa. Por descontado, los que preparan las procesiones y participan en ellas hacen un trabajo descomunal, tal vez el mayor trabajo que les toca hacer en todo el año. Pero también trabajan los asistentes a las procesiones, que deben embutirse durante horas en una multitud para poder verlas. Las procesiones son un espectáculo en el que los que se asoman a ver a los penitentes sufren igual penitencia; o incluso mayor, porque deben permanecer estrujados. Una paradoja es que tampoco se ahorran la penitencia quienes se oponen a la Semana Santa. Estos ven cómo se altera la dinámica de la ciudad, sobre todo en las grandes capitales semanasanteras, como Sevilla o Málaga. Pero es que oponerse a la Semana Santa, subrayándolo a cada momento, es igualmente muy cansado. Tampoco se libran quienes prefieren escaparse a la playa, la montaña o el extranjero, porque entonces se ven sometidos al trabajo esclavo de las redes sociales, que les obligan a producir fotos, vídeos y frases felices. Así que, José Miguel Azpiroz y demás compañeros, todos trabajan más que los que os habéis quedado (o nos hemos quedado) trabajando. ¡Enhorabuena!